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Sonia Andrino
Olmedo (Valladolid)
Miércoles, 5 de diciembre 2018, 13:30
El momento del sector remolachero es convulso y mucho más después del anuncio, ayer, por parte de Azucarera, de reducir seis euros el precio de la tonelada de remolacha a los cultivadores. La noticia no ha pasado por alto en la asamblea general de ... Acor que se ha celebrado esta mañana en las instalaciones de Olmedo (Valladolid) y en la que el presidente de la sociedad, Carlos Rico, ha defendido el cultivo «aunque alguien quiera ponerlo en riesgo». No ha citado a su principal industria competidora en España pero el centenar de delegados (que representan a los más de 4.000 socios) han entendido perfectamente el mensaje. «Necesitamos 42 euros para que la remolacha pueda seguir teniendo futuro», ha insistido Rico remarcando la cifra que llevan pagando en los últimos años y que se han comprometido a seguir abonando a sus agricultores. «Esto es defender la renta agrícola», ha insistido después como contrastando su propuesta con la reducción brusca del precio que anunciaba Azucarera.
La filial de British Sugar en España pagará 36 euros por tonelada, una cantidad que entiende Azucarera, cubre los costes (cifrados en 2.600 euros) y al que aportarán un complemento condicionado al precio del azúcar en el mercado. Para Rico, «decir que los costes de producción se sitúan en 2.600 euros es ponerse palos en la rueda. Aquí nos cuesta más de 3.000 euros. Si nos tapamos los ojos, lo único que podemos hacer es tropezar y lo que nosotros queremos es seguir siendo remolacheros», ha sentenciado.
Con todo, para el presidente de Acor, las últimas noticias lo único que han hecho ha sido «poner en duda el sector sin ninguna necesidad». Rico no ha escatimado en críticas y, visiblemente afectado, ha insistido en que «lo que más nos puede incomodar, como agricultores, es que pongan en riesgo un cultivo y la estabilidad» y ha reconocido la «inquietud» que generan las noticias del sector, algo que, ha dicho, «incomoda».Balance negativoEl presidente de la cooperativa Acor ha presentado esta mañana el resultado económico de la sociedad que, antes de impuestos, ha arrojado unas pérdidas de 3,5 millones de euros en la sociedad como consecuencia de la caída de los precios del azúcar. Rico ha recordado, además, que se han dado «bastantes incertidumbres» durante las dos últimas campañas y por motivos totalmente contrarios, un verano muy seco el año pasado y una primavera lluviosa este año. Se ha felicitado por la estabilidad que garantiza la paralización de las negociaciones de la PAC porque el escenario actual no cambiará hasta 2023 y, entre otras cuestiones, se mantendrán las ayudas que percibe actualmente el sector.
«Es imposible que la nueva PAC aparezca al año que viene y eso garantiza el cultivo hasta 2023», les ha dicho a los socios antes de referirse a las reuniones que está manteniendo con el Ministerio de Agricultura y la Consejería del ramo, en busca de «una defensa del sector más allá de esa fecha». Como cooperativa, ha pedido apoyo a los socios para crear un fondo de garantía con el que ayudar a los agricultores que afronten pérdidas de producción y ha reconocido un retraso en la consecución de los objetivos fijados en 2020 para molturar remolacha durante 120 días en la planta de Olmedo. Esto tendrá que esperar al menos un año más.
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