Cantabria y Castilla y León intentan desbloquear el convenio del Hospital Tres Mares

Tras una legislatura, la pasada, en la que las diferencias se enquistaron aún más, con acusaciones cruzadas entre ambas administraciones, los nuevos consejeros de Sanidad de Cantabria y Castilla y León tienen previsto reunirse hoy en Reinosa para desbloquear esta demanda histórica de los vecinos de Burgos y Palencia.

Según ha podido saber este periódico, este encuentro no llega a mesa fría. La consejera de Presidencia, Paula Fernández, ya ha mantenido contactos previos con miembros del Gobierno de Castilla y León sobre la necesidad de firmar un convenio de colaboración entre las dos comunidades, no sólo en el ámbito sanitario, sino en otros campos que por proximidad geográfica puedan beneficiar a ambos. Y las dos partes comparten la misma visión, al menos hasta que empiece a hablarse de dinero.

La Consejería de Sanidad cántabra calculó, en septiembre de 2017, que abrir Tres Mares a los habitantes del norte de Palencia y Burgos supone pasar de 20.000 urgencias al año a 40.000 (a una media de 110 urgencias diarias). «No podemos mantener esa carga de trabajo sin aumentar el personal, porque repercutiría en las demoras y en la calidad de la atención», subrayó el entonces gerente del SCS.

Ese refuerzo se concretaría en un médico más en Urgencias, servicio en el que habría que doblar los turnos de enfermería y aumentar el número de auxiliares y celadores. Y lo mismo en hospitalización, puesto que se incrementaría el número de camas, de 17 a 34, con lo cual se incorporaría un facultativo de Medicina Interna a los dos actuales, y la plantilla de enfermería crecería en los turnos de mañana y tarde, al igual que las auxiliares de enfermería. Por último, atender a los vecinos de Burgos y Palencia requeriría dos técnicos más de rayos -ahora sólo trabaja uno por turno-

«El coste de todo esto, sin contar los gastos en limpieza, alimentación y resto de servicios, que lo asumiría el SCS, elevaría de 8 a 10 millones de euros el mantenimiento de Tres Mares. Si el hospital duplica sus pacientes, se debe reforzar la plantilla en 33 profesionales, y eso tiene un coste de 2,1 millones al año que no tienen por qué pagar los contribuyentes cántabros. Esto es lo que hay», detalló en su momento Pérez Gil. A Castilla y León le saldría la cuenta a 100 euros por persona al año.

El de hoy es el último de muchos intentos por firmar esta colaboración para que el Tres Mares sea compartido. Casi desde el primer día de su inauguración, en 2010, el hospital ha estado en conversaciones continuas entre Cantabria y Castilla y León. Pero siempre han acabado en un callejón sin salida y encendiendo el debate político en las dos comunidades.

En octubre de 2016 se estuvo muy cerca de materializar. Incluso, llegó a existir una primera versión del acuerdo que permitía a los pacientes de las zonas limítrofes de Palencia y Burgos acudir al hospital de Reinosa para utilizar «algunos servicios diagnósticos y de medicina interna» -ahora solo son derivados para las urgencias-. También en mayo de 2018 parecía que podía desatascarse el acuerdo, pero tampoco fue así, a pesar de que en Castilla y León parecen desesperados por firmarlo, aunque no a cualquier precio.

«Estamos dispuestos a hacer cualquier cosa porque necesitamos servicios públicos para que estas zonas no se deshabiten. En este momento nos derivan a Palencia para recibir atención sanitaria, y esto supone 100 kilómetros de ida y 100 de vuelta, mientras tenemos un hospital casi al lado», dijo en 2017 el entonces diputado provincial en Palencia por IU, Alex Iglesias.

Pero la actual diputada nacional del PP, Milagros Marcos, echó el freno de mano en el tema económico y recordó que Castilla y León tiene «ocho convenios con territorios limítrofes y en ninguno se habla para nada de dotación financiera adicional».