El Cabaco: aguinaldo por la Fiesta de Mozos

La Fiesta de Mozos, junto a La Emperrá, son quizás las celebraciones más tradicionales de El Cabaco, que no han perdido su esencia a pesar del paso de los años.

En la primera de ellas, que se celebra en la noche del 25 de diciembre y en la jornada del 26, Navidad y Navidad chica, los jóvenes son los protagonistas, ya que antiguamente se trataba de una fiesta de iniciación de aquellos jóvenes que pasaban de adolescentes a hombres. Una de sus características es salir la noche de Navidad a rondar por todas las casas habitadas del pueblo, en las que se entonan canciones establecidas dependiendo de quien viva en cada lugar: si hay chicas o agricultores o ganaderos... Hay letras para todos.

Al día siguiente, por la mañana, se realiza el petitorio o petición del aguinaldo. Antaño se daban productos del campo o de la matanza, y hoy prácticamente es dinero, dulces y licores. En 1984 hubo un cambio muy importante en esta fiesta, pues se admitió por votación que las chicas formaran parte de este colectivo, aunque salir a rondar es exclusivo de los mozos.

Característico es también que haya dos alcaldes de mozos, que se encargan de la organización y acuden a la eucaristía -que ellos presiden- vistiendo capa española.

La Emperrá, por su parte, son las fiestas que se celebran coincidiendo con el Domingo de Pentecostés, en cuya procesión participan los niños de Primera Comunión. La denominación de esta fiesta se debe, según cuentan, a una antigua competición canina, en la que le ataban a los perros una lata al rabo, que salían corriendo hasta su dueño, y el primero que llegaba era el campeón. Una tradición ya desaparecida.

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