Vivienda del barrio de Delicias en el que habitan los afectados.

El brote de contagios de Valladolid suma otros dos casos y afecta ya a 22 personas

Las autoridades sanitarias de la provincia controlan a 49 pacientes, entre ellos, a los trabajadores de Chatún

Miércoles, 15 de julio 2020, 18:54

Las autoridades sanitarias en Valladolid han detectado otros dos contagios más por covid-19 relacionados con el brote registrado la semana pasada en la capital del Pisuerga y sobre el que hasta ayer la Junta no había encontrado más casos que los veinte inicialmente controlados.

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Todos los afectados mantenían una relación social y familiar fundamentalmente y se da por confirmado que se trata de un brote de relaciones entre parientes y amigos que también son compañeros de trabajo. Esto ha hecho que el control sanitario se haya extendido además a la localidad segoviana de Chatún donde trabajan nueve de las personas relacionadas con el brote.

Según los últimos datos remitidos por la delegación territorial de la Junta en la provincia de Valladolid, son ya 22 los pacientes afectados por este brote, tras dos nuevas confirmaciones por PCR.

El estudio de contactos que se está llevando a cabo en el marco de esta alerta epidemiológica se ha ampliado hasta 49 personas controladas, a las que se están realizando las correspondientes analíticas y encuestas de contactos y de relaciones sociales, tanto en sus entornos familiares como sociales y laborales. De estas actuaciones, que se mantendrán en cuanto el brote esté activo, podrán derivar en nuevos estudios de contactos y la toma de decisiones al respecto.

El caso cero de este brote es un padre de familia que se lo contagió a su esposa y a sus dos hijos menores. De ahí, al compartir juegos los niños, conocerse las familias y trabajar juntos se extendió a más familias. Nueve varones acudían en tres coches cada día a Chatún (Segovia), donde desde hace más de un año trabajan en una empresa de horticultura.

La transmisión recorrió y afectó a miembros de varias familias, más de tres, de origen magrebí; aunque los menores han nacidos en España y disponen de la nacionalidad y son familias «perfectamente arraigadas, con hijos escolarizados e integradas social y laboralmente», según confirman fuentes consultadas. Todos los afectados tienen entre 2 y 55 años.

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