El Centro de Formación Agraria de Ávila volverá a abrir sus puertas el próximo mes de septiembre para ofrecer especialización, en principio, a una quincena de jóvenes en materias relacionadas con el sector porcino.
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El proyecto, que será presentado el próximo día 24 de abril, ... surge del convenio de colaboración suscrito entre la Federación de Asociaciones de Productores de Ganado Porcino de Castilla y León (Feporcyl) y la Junta de Castilla y León para la Formación Profesional Dual. En la acción se ha implicado, igualmente, la Fundación Bankia.
El presidente la esta Federación, Miguel Ángel Ortiz, explica que en una reunión celebrada en octubre, en la que estaban representados el 90% del sector a través de integradoras y el resto de empresas, firmaron un documento «en el que se demandaba esa necesidad de mano de obra cualificada». El porcino representa un tercio de la actividad ganadera en la comunidad, emplea a más de 15.000 personas en Castilla y León y aun así se hace necesario más personal. «Necesitamos gente desde los puestos más básicos, hasta gerentes o jefes de equipo»; perfiles que, sin ser el de un veterinario, sepan «inseminar, atender partos o aplicar medicamentos».
Ortiz, que desarrolla su actividad profesional en la provincia de Soria, incide en que «no hay gente, falta personal de todo tipo, desde lo más bajo hasta lo más alto y en el caso del sector ganadero, todavía más».
Considera que existe cierto «desprecio» hacia la ganadería «y por muy idílico que pueda parecer el medio rural, la gente no está dispuesta; todo esto va sumando en contra», por lo que a día de hoy cuentan para sus explotaciones con lo que tienen a mano. «La gente quiere trabajar, a veces somos demasiado negativos en ese sentido, pero si se puede elegir, no es una granja, y en parte porque no se ha trasladado bien la información. En quince años esto ha evolucionado muchísimo, no tiene nada que ver con lo de antes, ni en trabajo ni en los salarios».
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Una vez presentada la idea, el objetivo es despertar el interés y que arranque el proceso de matriculación para poder comenzar a funcionar en septiembre.
El convenio que Junta y Federación han firmado tiene una vigencia de dos cursos lectivos prorrogables. «Ojalá tenga mucha demanda», desea Ortiz porque, a su juicio, existe una «necesidad de mano de obra». «Si explicas que es una salida laboral tan buena como otra cualquiera Hañade–, ahí va a estar el acierto, y desde luego, si hay trabajo, existe una mayor posibilidad de que la gente quiera quedarse en los pueblos».
La escuela de formación agraria de Ávila asumirá el papel de centro de referencia regional, el primero donde se impartirá el Grado Medio de Producción Agropecuaria en esta modalidad dual, con el objetivo de «dotar de mano de obra cualificada al sector porcino, para posibilitar un modelo productivo basado en la diferenciación y en la producción de alto valor añadido».
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El viceconsejero de Desarrollo Rural de la Junta, Jorge Llorente, reitera que el proyecto surge de una necesidad vinculada a los avances tecnológicos: «Se requiere cuantificación, estamos hablando de la ganadería 4.0 y uno de esos sectores ganaderos más avanzado es el del porcino, muy dinámico, innovador y competitivo».
El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) trabaja en una veintena de proyectos de innovación vinculados a toda la cadena del sector porcino. El viceconsejero de Desarrollo Rural, Jorge Llorente, reconoce que es un sector que «tira mucho de la economía y tiene que estar muy tecnificado». No en vano, el porcino «es el sector ganadero más importante de la comunidad» con una facturación de 1.000 millones de euros, más de 15.000 puestos directos y un nivel de exportación que llega a toda la geografía mundial, con más de 100 países. Las exportaciones han crecido un 67,5% en cinco años, según los datos de la Consejería.
Algunos de esos trabajos del Itacyl, que se encuentran en diferentes fases, tienen que ver con la alimentación de los propios cerdos, por ejemplo, cómo conseguir que los piensos sean más digestibles y produzcan menos amoniaco. Precisamente, otro de los trabajos, un proyecto Life de la Universidad de Valladolid y del Itacyl denominado 'Ammonia Trapping', persigue reducir las emisiones de amoniaco de las deyecciones ganaderas y recuperarlo como fertilizante nitrogenado. Itacyl busca, además, aprovechar para esas producciones ganaderas la materia prima local y en el caso del proyecto ya transformado, se experimenta con altas temperaturas o envasados.
La Federación explica además que «las granjas ocupan solo el 15% del potencial viable en la comunidad», por lo que apuestan por «redoblar los esfuerzos en favor del crecimiento sostenible».
La Federación mantiene también su apoyo a las granjas de grandes dimensiones, siempre en el punto de mira, «por la generación de empleo y riqueza que suponen para territorios tan despoblados como los de Castilla y León». Eso sí, apostando por ese desarrollo «ordenado y sostenible», y con la implantación en las instalaciones de las tecnologías, conceptos y manejos necesarios para la reducción de la huella hídrica y de carbono.
Según los datos de Feporcyl, en Castilla y León existen alrededor de 5.000 explotaciones de cerdos y más de cuatro millones de animales. El 80% de esas granjas tienen un nivel alto o muy alto de bioseguridad y un 18% se consideran con un nivel medio.
Llorente certifica que es real esa «necesidad» que están encontrando los empresarios de mano de obra «altamente cualificada», y recuerda que en el porcino los requerimientos son muchos, empezando por una normativa «muy exigente» y siguiendo por la necesidad de sumar muchos conocimientos en alimentación, bioseguridad o bienestar animal. Valora el esfuerzo de la Federación: «Hay muy buena comunicación con ellos, y cuando se hace una demanda real y tiran, los proyectos salen y, además, aquí hay tres patas, porque se ha unido la Fundación Bankia con un proyecto pionero en formación tecnificada».
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La Administración ha elegido Ávila porque había unas instalaciones disponibles que solo se utilizaban para alguna charla. Al tratarse de formación dual, los alumnos estarán en las explotaciones porque, como recuerda Llorente, hay un compromiso de empleabilidad. «En el centro no habrá animales porque se van a usar las propias explotaciones punteras de los socios de Feporcyl donde está la tecnología de vanguardia. Es una unión de esfuerzos».
Llorente insiste en que es un proyecto «pionero» en la región con el que se va a intentar que Ávila sea el lugar de referencia para la comunidad «No hay que tener un centro en todos los sitios, aquí pueden venir alumnos de toda la región que luego se trasladarán a las explotaciones de los socios a lo largo y ancho de toda la región».
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