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Pruebas de atropello realizadas en el lugar donde fue encontrado el cuerpo de Esther López. J. Sanz
La autopsia confirma que Esther López murió después de ser atropellada y que su cuerpo estuvo días en la cuneta

La autopsia confirma que Esther López murió después de ser atropellada y que su cuerpo estuvo días en la cuneta

La víctima falleció por un shock, y no en el acto, y los forenses apuntan a que si fue movida fue «en las horas próximas» a recibir un impacto leve por detrás

J. Sanz

Valladolid

Miércoles, 20 de abril 2022, 17:15

El levantamiento parcial del secreto de sumario que aún pesa sobre la investigación de la muerte de Esther López ha permitido, al menos, conocer los pormenores del informe forense, en el que se confirma que la mujer de 35 años fue atropellada presumiblemente en ... la misma madrugada del 13 de enero, en la que desapareció. Pero no fue un accidente mortal. El informe, al que ha tenido acceso El Norte de Castilla apunta a que la víctima recibió, en efecto, un impacto leve por la parte posterior de la cadera (en las nalgas), del lado izquierdo, compatible con un atropello a baja velocidad. Eso no la mató. Los forenses, y esa es quizás la mayor novedad, constatan que su cuerpo permaneció durante días, presumiblemente durante los 23 días que tardó en ser hallado (el 5 de febrero), en el mismo punto, en una cuneta a la salida de la curva de la carretera que conduce a Traspinedo desde la Nacional 112 (cruce de La Maña).

¿Alguien movió el cuerpo? Pues los forenses apuntan directamente a que «si fue movido fue en las horas próximas a la muerte», es decir, que la víctima pudo ser atropellada y bien alguien la movió y la dejó en la cuneta o bien ella mismo pudo continuar andando antes de caer en dicho punto. La cuestión, en este sentido, no está clara más allá de que el examen forense apunta a que Esther López sí fue atropellada, ya que su cuerpo presentaba, en efecto, hematomas y alguna fractura compatibles con haber sido golpeada por la parte posterior izquierda, pero que murió con posterioridad de un «shock hipovolémico». Su cuerpo, en este sentido, presentaba altos índices de una ingesta previa de alcohol y cocaína, según recoge el sumario y han confirmado hoy fuentes de la investigación. Todo ello unido a una noche gélida, como fue la aquel 13 de enero, en la que el mercurio rondó los cinco grados bajo cero en aquel paraje.

El informe confirma que la víctima murió de un «shock hipovolémico» tiempo después del atropello

La investigación, en cualquier caso, continúa abierta y el análisis forense no es concluyente en cuanto a si el cuerpo fue movido o pudo ser la propia víctima la que siguió su camino antes de caer desplomada. Lo que sí deja claro el informe es que la víctima no murió en el acto, ni fruto únicamente de las lesiones sufridas en el atropello, pero que sí fue movido el cuerpo fue en un intervalo corto de tiempo desde que fue golpeada.

Las cuestiones a resolver por los investigadores continúa siendo a día de hoy si el atropello fue intencionado o fortuito y dónde se produjo. Y, en cualquiera de los dos escenarios, si el autor fue consciente de ello o abandonó a la víctima a su suerte. Cuestión aparte merecería el hecho de si el traslado del cuerpo, o de ella con vida, lo realizó alguien o pudo ser la propia víctima la que se desplazó maltrecha por sus propios medios.

Todo son aún incógnitas a día de hoy más allá de la certeza, conforme al informe forense, de que a Esther López la atropellaron y que murió con posterioridad, en las horas siguientes, sin concretar, en la misma madrugada de su desaparición. Los forenses apuntan a que el cuerpo, en cualquier caso, sí permaneció en el mismo punto, a la intemperie, durante un prolongado espacio de tiempo, quizás durante los 23 días de búsqueda, dado que sí presentaba signos de la acción de la fauna carroñera y de las inclemencias meteorológicas. El análisis forense, además, encontró fibras azules de origen desconocido en la ropa de la víctima.

El sumario recoge contradicciones de los amigos en cuanto a las horas y lugares

La parte ahora conocida del sumario, del que la jueza mantiene solo un tres por ciento bajo secreto (de más de setecientos folios), no aporta pistas evidentes sobre la posible autoría o implicación de posibles sospechosos en la muerte de Esther López. Sí recoge algunas contradicciones de los dos amigos que estuvieron con ella en las horas previas a su desaparición, Óscar S. y Carlos G., a los que la juez considera como investigados, aunque continúa sin fijar medidas cautelares sobre ellos. Estas contradicciones, según han explicado las fuentes consultadas, apuntarían a cuestiones de horas y lugares en los que estuvieron con Esther en aquella noche del 12 al 13 de enero. Los dos, en cualquier caso, coincidirían en apuntar a que Carlos se bajó inicialmente del coche en torno a las tres de la mañana para ir a su casa, próxima al restaurante La Maña, y que Esther y Óscar continuaron allí en el coche. El segundo mantiene que ella le pidió bajarse del coche para continuar de fiesta y que la dejó en algún punto de la vía de servicio que discurre en paralelo a la carretera de Soria, entre el restaurante La Maña y la vía de acceso a las bodegas Vizar.

Los agentes, en cuanto a las últimas diligencias en torno a Óscar, como fue el registro de su coche, un Volkswagen T- Roc, sí encontraron restos de ADN en el mismo, que no necesariamente serían compatibles con el posible atropello (algunas pruebas, tanto del coche como del registro de su chalé, continúan pendientes de los resultados o bajo secreto de sumario) dado que sí se sabe a ciencia cierta que Esther, Carlos y Óscar estuvieron aquella noche en el coche. La investigación sitúa en las 3:30 horas la última hora en la que fue vista por última vez la víctima por Óscar, siempre según su testimonio.

La parte secreta contiene el tres por ciento de los más de seiscientos folios del sumario

Del tercer sospechoso, y el único detenido hasta la fecha por esta causa, Ramón G., el sumario apenas apunta evidencias sobre su posible implicación en los hechos. La jueza, en cualquier caso, mantiene sobre él las medidas cautelares que le impide salir de España.

Los tres, Ramón, Carlos y Óscar, figuran como investigados en la causa y el último de ellos ha sido citado a declarar el próximo lunes por la titular del Juzgado de Instrucción número 5. Allí tendrá que confirmar su versión sobre lo ocurrido. Y todo ello a falta de los resultados de las muestras tomadas por la Guardia Civil durante el minucioso registro del chalé de la familia de Óscar en la urbanización El Romeral, situada frente al cruce de La Maña, en cuyo entorno la señal de los móviles sitúan a los dos aquella madrugada.

La investigación continúa abierta con muchas hipotesis aún por esclarecerse para resolver cómo murió Esther López en la madrugada de aquel cada vez más lejano 13 de enero. Su familia denunció su desaparición cuatro días después, aunque ya la buscaba desde el primer día, y fue un viandante el que encontró finalmente el cuerpo en la cuneta de la carretera de Traspinedo el 5 de febrero.

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