Nieves Caballero
VALLADOLID
Jueves, 26 de julio 2018
El supuesto cabecilla de la red que se dedicaba a la venta de botellas de vinos falsificadas de las marcas Pingus, Flor de Pingus y Vega Sicilia Único era famoso en Galicia por ser el propietario del restaurante Don Alex Multibart, ubicado ... en la localidad coruñesa de Cerceda, y donde la Guardia Civil encontró un taller clandestino, que era la base de operaciones. Allí se recibían los vinos y las botellas más baratas eran utilizadas para etiquetar las marcas exclusivas y mejor valoradas en el mercado de los vinos de más precio.
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Al parecer, el propietario, de 52 años, organizaba catas privadas con expertos a los que ofrecía los supuestos vinos de imitación haciéndolos pasar por los de alta gama con el fin de que le dijeran cuáles se parecían más a los que quería falsificar. Es evidente que el susodicho utilizaba a los expertos para descubrir qué vinos podían dar mejor el pego. Vamos, todo un artista.
El restaurante del número 12 de la avenida Galicia era visitado por todo tipo de clientes, muchos de ellos, según dicen, grandes gastrónomos. El vino era uno de sus principales reclamos. Alex, su pareja y el hijo de esta fueron detenidos acusados de los supuestos delitos de pertenencia a organización criminal, por actuar contra la propiedad industrial y contra la salud pública, estafa y blanqueo de capitales, dentro del marco de la denominada operación Tag.
La trama arrancó en el año 2014. Durante uno de los seis registros llevados a cabo por la Guardia Civil, los agentes encontraron un taller clandestino en la segunda planta del edificio en el que se ubica el Don Alex Multibart. En el taller, se intervinieron «troqueladoras, equipos informáticos y de serigrafiado, programas de diseño de etiquetado, sellos de lacre, etiquetas y contraetiquetas falsas, sellos artesanales, corchos, planchas metálica. Toda la logística necesaria para la estafa», según las informaciones facilitas por la Policía Judicial de Madrid.
Según la descripción de los comensales que han pasado por la casa de Alex., era un local pequeño y muy selecto, en el que gran parte del espacio estaba destinado a los vinos de grandes bodegas, como las mencionadas Dominio de Pingus y Vega Sicilia. Selecto y tampoco barato, ya que el precio rondaba entre los 80 y 100 euros.
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Si se rastrea TripAdvisor, el 75% de sus clientes el otorgan la calificación de excelente. Entre las opiniones destaca la de 'Pepitancarina': «Ayer comí alli y puedo decir que la experiencia espectacular. Todo un deleite de sabores y amabilidad. Su cocina desborda imaginación, creatividad, abundancia y pasión por el trabajo que hay detrás de cada uno de sus platos. Si hay algo que tengo claro es que volveré a repetir. Calidad precio muy bien». Claro que este comentario es de hace cuatro semanas. Sin embargo, el último desciende a la realidad de un plumazo. «Teníamos pensado intentar reservar, ya que todo el mundo hablaba bien de él. Pero después de ver las noticias creo que iré a un simple bar que, con poco, el vino no será falsificado», argumenta 'Almudena A'.
El agradecimiento del comensal 'Paco' es evidente: «Ya van más de 7 u 8 veces que fui a este local, y no para de sorprenderme. En este caso y por primera vez fui de anfitrión de 6 amigos y todos quedaron encantados. Un crack Alex explicando todos y cada uno de los platos, interesándose por los gustos de cada uno, tanto en comida como bebida. Llegamos a las 3 de la tarde y nos fuimos a las 9 de la noche, disfrutando de la comida y el sitio, un comedor para nosotros solos, donde Alex sabe cuando te interesa interactuar con él o si quieres solamente comer y que no te 'moleste'. Gran conocedor y recomendador de comida y de bodega». En defenitiva Alex es un «crack», lo dicen sus clientes. Y tanto que es gran conocedor de los vinos, sobre todo para manipularlos y defraudar con ellos, según la Dirección General de la Guardia Civil.
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«El local es pequeño pero tiene en la parte de atrás una mesa redonda para 12 personas, nosotros comimos en la parte de delante en una mesita redonda para cuatro. El dueño pregunta a todos los comensales lo que nos gusta del mar o de la tierra y qué tipo de vinos, comimos salmón con una salsa de frutos rojos y otro de manzana acompañando con helado de piña, luego un plato tierra y mar, riquísimo y de plato principal un arroz negro de calamar en su tinta acompañado de vino blanco. Este restaurante es muy recomendable y la atención de los dueños impecable», apunta 'Hannav95'.
«Sorprendente restaurante dónde el que manda es Álex. Él, después de hacerte las preguntas que considere, elaborará un menú personalizado en base a las preferencias de cada comensal. Lo mismo con el vino. Una experiencia gastronómica en medio de un desorden de botellas y cajas de vino. Las instalaciones no están a la altura de lo que ofrece. El precio medio por comensal puede rondar los 80€- 100€», argumentaba 'Manu-coo8', el 8 de diciembre de 2017.
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Los halagos y alabanzas se suceden: «un espectáculo de texturas y sabores», «una experiencia diferente», «sorprendente», «lo mejor de los mejor», «excelente», «excelso», «impresionante», etcétera. Al menos, los comensales han quedado contentos.
La Guardia Civil detuvo el lunes a cuatro personas como supuestos autores de delitos de pertenencia a organización criminal, contra la propiedad industrial, contra la salud pública, estafa y blanqueo de capitales. Además hay otras cuatro personas con cargos como investigados. Las detenciones se produjeron en seis registros simultáneos en Madrid, Cerceda (A Coruña), Marbella y San Pedro de Alcántara (Málaga), llevados a cabo en el marco de la denominada operación Tag. Uno de esos detenidos es 'el gran restaurador y anfitrión Alex'.
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La operación que continúa abierta y es más que probable que destape el fraude con otras marcas de vinos, aunque por el momento sólo ha trascendido que los investigados han falsificado botellas de Pingus, Flor de Pingus y Vega Sicilia Único, todos ellos de la Denominación de Origen Ribera del Duero. De entrada, el teniente de la Guardia Civil Antonio Abel Marín ha asegurado que «había botellas de hasta 10.000 euros a la venta en el portal web», una de las vías utilizadas para comercializar los vinos fraudulentos. Según sus informaciones, ya se ha solicitado el cierre de este portal digital.
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