La Audiencia de Palencia ha absuelto al jefe de unidad en el turno de noche, de la factoría de Renault en Palencia, del delito de amenazas a un joven empleado en periodo de prácticas, por el que fue acusado tanto por la Fiscalía como por ... la acusación particular representada por su familia. El tribunal considera que la bronca que le dio su jefe contiene expresiones inapropiadas para un centro de trabajo, pero no constituyen elementos «intimidatorios» que puedan ser emnarcados dentro del tipo penal de amenazas.
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Frases como «te vas a reír de tu padre porque de mi no te ríes, a quien vas a engañar, niñato. ¿No cobras por ello?, pues a trabajar como un cabrón».
El mando, J. M. fue despedido fulminantemente por la dirección de la compañía automovilística en 2016, por considerar aquellas expresiones, que fueron grabadas por el operario, eran inapropiadas hacia un trabajador, que fue contratado por cuatro meses.
El joven, V. M. se encontraba en periodo de prueba y había comenzado a trabajar en la cadena palentina colocando piezas.
Según la sentencia, notificada el 28 de junio pasado, el trabajador «cometía errores reiterados en su puesto en la cadena, o colocaba indebidamente piezas». El denunciante había solicitado un cambio de puesto, y al no ser posible fue el mando el que «le ofreció ayuda a través de los denominados comodines», otros operarios de Renault que indican y comprueban cómo hacer las operaciones.
Pese a ello, V. M. no atendía las indicaciones de sus compañeros, tres de los cuales, a los que la Audiencia da credibilidad, testificaron que se le puso mucha ayuda y pese a ello «pasaba del trabajo y no era responsable. Además, le ayudabas y se reía», señala el fallo.
Entre los trabajos que tenía encomendados estaba la insonorización de ruido, del aire y la estanqueidad del vehículo. «El no poner una pieza en el piso implicaba que el agua entrase, y que tenga oxidación. Se lo decías, y se reía«, relató una compañera testigo.
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El joven reconoció en el juicio del Juzgado de lo Penal número 1 de Palencia que le llamaron la atención tres veces «porque no le daba tiempo y se vía ahogado».
Fue en estas circunstancias cuando en la noche del 21 de junio de 2016 el jefe acusado, y ahora absuelto de amenazas y maltrato, le llamó a la garita de la factoría, escenario en el que el joven grabó la conversación.
Una reprimenda que incluyó otras expresiones como «Te vas a la puta calle. ¡Valiente! Te quedan cuatro putos meses que los voy a hacer pasar, me cagüendios, que vas a desear morirte. Así de claro te lo digo. Como te vuelvas a reír de cualquiera de estos, te pillo puertas para afuera y te enteras. Machito. (...) Yo con gente como tú vengo a ser un hijo puta...».
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En el juicio, el mando de Renault reconoció la grabación, y alegó ansiedad por la llamada de atención de sus superiores al crearse tapones en la fabricación de coches por estos hechos.
En la valoración de los mismos, los tres magistrados de la Audiencia reconocen que «siendo expresiones objetivamente vejatorias, despectivas y humillantes que el acusado admitió, ello no obstante, no lo hizo con 'ánimus' de infundir temor, miedo, intimidar o menoscabar el estado de ánimo a V. M, sino más bien como respuesta o desahogo por el comportamiento reiterado del joven en su puesto de trabajo».
Es por ello que desestiman el recurso de la madre e hijo, que solicitaban una pena de dos años de prisión por amenazas, una indemnización de 24.000 euros por daños morales, así como otros 9.900 euros más por los días de baja del joven, que registró un cuadro de ansiedad que fue certificado por un médico forense. La Fiscalía solicitó un año o en su caso un delito leve, antes tipificado como falta.
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La Audiencia, que señala en su resolución que las frases fueron «una respuesta o desahogo por el comportamiento reiterado del joven en su puesto de trabajo», impone a la familia apelante las costas en esta alzada.
Pese a esta sentencia absolutoria en vía penal, la dirección llegó con anterioridad a un acuerdo extrajudicial con el jefe, que decidió salir de la empresa Renault. Fuentes de su entorno indicaron ayer que «la difusión de la grabación en redes sociales que se realizó le afectó de forma considerable a él y a su familia». De hecho su mujer tuvo que ser trasladada a otro centro de la empresa automovilística.
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