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440.000 personas se enfrentan a la pobreza o la exclusión en Castilla y León

La pobreza severa crece en 2017 en la comunidad y afecta a 96.000 personas, que perciben unos 355 euros mensuales

Miércoles, 17 de octubre 2018, 08:48

Unas 440.000 personas se encontraban en riesgo de sufrir pobreza o la exclusión social en Castilla y León en 2017, lo que supone el 18,4% de la población de la comunidad. Esta cifra es 8,2 puntos porcentuales inferior a la media ... nacional (26,6%), lo que supone un 30,8% menos. En el último año, la tasa, que lleva tres años consecutivos sin elevarse, ha descendido con «gran» intensidad y ha recuperado cifras anteriores a la crisis.

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Así se desprende del informe 'El Estado de la Pobreza. España 2018 VIII Informe anual sobre el riesgo de pobreza y exclusión', elaborado por la European Anti Poverty Network (Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social) EAPN España, con motivo de la celebración, mañana, del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.

En ese sentido, la tasa de pobreza o Arope refleja que desde el año 2014 la reducción ha sido superior a siete puntos en la comunidad, según analiza Ical. Por otra parte, es inferior a la que registraba en 2009, y acumula una reducción de 3,7 puntos porcentuales, es decir, del 16,7% en el conjunto del período. Además, la reducción en el último año fue mucho más intensa en los varones, con lo que el indicador femenino, que llevaba cinco años con valores inferiores a los masculinos, pasó a superarlos en 1,3 puntos porcentuales.

Por otra parte, el estudio indica que en Castilla y León hay unas 370.000 personas en riesgo de pobreza, 74.000 menos que en 2008. En 2017, la tasa de pobreza de la región se redujo un 13%, es decir, 2,3 puntos porcentuales, con respecto a la del año anterior. De esta forma, continúa por tercer año consecutivo su proceso de reducción de la tasa de pobreza, que se sitúa actualmente en el 15,4%. Además, es una de las seis autonomías que ha conseguido colocarla por debajo de la registrada en el último año anterior a la crisis, que era del 17,5% en el año 2008.

En el año 2017, la tasa de pobreza severa en Castilla y León fue del 4%, cifra que es 2,9 puntos inferior a la media nacional. En el último año, al contrario de lo que sucedió con la tasa de pobreza, que se redujo en un 13%, la pobreza severa creció seis décimas, es decir, experimentó un incremento del 16%. En otras palabras, la reducción no existió para el grupo más desfavorecido.

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Además, la tasa de pobreza severa de Castilla y León es un 50% más elevada de la que se registraba en el año 2008. Finalmente, la comunidad tiene unas 96.000 personas en pobreza severa, es decir, que ingresan menos de 355 euros mensuales por unidad de consumo.

El umbral de pobreza en Castilla y León es de 9.005 euros, cantidad que es 483 euros superior al umbral oficial, es decir, un 5,7% más alto. Las regiónes con la tasa Arope más alta y más baja registran una diferencia de 30,8 puntos porcentuales. En términos de renta, la gran mayoría aún no han recuperado la renta media por persona que percibían en el año 2009. Solo Galicia, Baleares, La Rioja y Castilla y León la han conseguido nominalmente.

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Renta media

La renta media por unidad de consumo en Castilla y León es de 16.300 euros, cifra que es un 0,5% inferior a la media nacional. Este último año, se incrementó en 655 euros, lo que supuso un aumento del 4,2%. Desde el año 2009, después de mantener durante cinco años un «moderado» proceso de reducción, volvió a crecer, al igual que el indicador nacional.

Por otra parte, el grupo de personas del tramo más bajo de renta -aquellos que ganan menos de 5.546 euros por unidad de consumo- se redujo desde el siete al 5,4% de la población, es decir, una reducción del 23%. El grupo con los ingresos más elevados se incrementó en 0,3 puntos, es decir, un aumento del 4,4% y solo concentra al 7,1% de la población de Castilla y León.

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Respecto a los ingresos de la población mayor de Castilla y León, cuyas rentas están casi totalmente determinadas por el importe de la pensión que reciben, muestra que unas 170.000 personas reciben una pensión cuyo importe es inferior al mínimo considerado para no ser pobre. Es decir, el 27,8% de todas las pensiones y, si se consideran solo las de viudedad, casi todas de mujeres, el 39,9%, tienen un importe inferior al umbral de pobreza.

Además, para el 6,9% del total, el importe de la pensión es inferior al umbral de pobreza severa (calculado para 14 mensualidades según el 30% de la mediana de renta). Por último, debe destacarse también que algo más de 112.000 pensiones se encuentran en el tramo inmediatamente superior al límite del umbral de pobreza, es decir, su importe mensual está entre 609 euros y 650 euros. Es decir, otro 18% de pensionistas está en una posición de vulnerabilidad límite y a punto de caer en la pobreza.

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Privación severa

Durante 2017, el 1% de la población de Castilla y León vivía en condiciones de Privación Material Severa, es decir, no puede hacer frente al menos a cuatro de nueve conceptos de consumo básico definidos a nivel europeo. Estas cifras están muy por debajo de los valores nacionales, y con la reducción a la mitad de este último año, Castilla y León se posiciona como la tercera autonomía con la tasa de privación material severa más baja, sólo por encima de Aragón y Navarra. En términos absolutos unas 23.000 personas, 25.000 menos que el año pasado, viven en condiciones de Privación Material Severa en la comunidad.

Además, se produjo una disminución de la población que experimenta dificultades para llegar a fin de mes, tanto en lo que se refiere al total de personas que experimentan dificultades, que pasó desde el 47,3 al 39%, con una bajada de 8,3 puntos que suponen una reducción del 17,5%, como en lo relativo al grupo que lo hace «con mucha dificultad», que bajó 0,7 puntos, con una reducción del 13,2%.

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Empleo

El 9,2% de la población menor de 60 años que reside en Castilla y León, es decir, unas 154.000 personas, viven en hogares con baja intensidad de empleo y la cifra multiplica por 1,6 la tasa BITH que soportaba la región antes del inicio de la crisis. Este resultado es consecuencia del incremento notable que se produjo en la tasa entre los años 2008 y 2014, período en el que subió nueve puntos porcentuales para situarse en el 17,7% de la población en que es aplicable. Posteriormente, el indicador lleva tres años consecutivos de reducción que, sin embargo, no es aún suficiente para alcanzar los valores del año 2008.

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