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Manifestación del 1º de mayo de 1978 por la Acera de Recoletos. Archivo Municipal
los 20.000 vallisoletanos que recuperaron el primero de mayo

los 20.000 vallisoletanos que recuperaron el primero de mayo

La manifestación de 1978, la primera legalizada tras la dictadura y celebrada en plena crisis económica, recorrió las calles céntricas con gritos a favor de la libertad y contra los empresarios

Enrique Berzal

Valladolid

Martes, 1 de mayo 2018, 19:30

Aquel 1º de Mayo de 1978, con la democracia recién instaurada, aún transmitía los desastrosos ecos del año anterior, cuando cientos de militantes de las centrales sindicales fueron recibidos por la policía a empellones y porrazos junto al viejo Estadio José Zorrilla. Y eso que los sindicatos habían sido legalizados unos días antes. Afortunadamente, las cosas habían cambiado, las trabas del Ministerio no tenían razón de ser y el 1º de Mayo de 1978, hace hoy precisamente 40 años, había sido definitivamente legalizado. Comisiones Obreras (CC OO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), promotoras de la manifestación vallisoletana, contaban desde tiempo atrás con los permisos pertinentes para iniciar la marcha reivindicativa, en la Plaza de Colón, a las 12:00 de la mañana.

Aunque las centrales situadas más a la izquierda, en especial la Confederación de Sindicatos Unitarios de Trabajadores (CSUT), vinculada al Partido del Trabajo (PTE), y el Sindicato Unitario (SU), ligado a la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT), mostraron su malestar por lo que consideraban un trato de favor ministerial hacia CC OO y UGT, finalmente se sumaron a la manifestación. Solo la libertaria Confederación Nacional del Trabajo (CNT) se negó a participar y anunció un mitin paralelo, a esa misma hora, en la Plaza de la Circular, que fue rápidamente abortado por la policía. A raíz del mismo, por cierto, fueron detenidas 18 personas a las que se incautó armas y material explosivo, pero de las que la CNT, en un comunicado publicado horas más tarde, se desligó como organización.

Informes confidenciales de la Dirección General de la Guardia Civil insistían en la ausencia de incidentes y cifraban entre 8.000 y 10.000 el número de asistentes. Los sindicatos y la prensa, sin embargo, hablaban de más de 20.000 personas que recorrieron las calles céntricas desde la Plaza de Colón hasta la de Madrid pasando por la Acera de Recoletos (entonces Avenida del Generalísimo), Plaza de Zorrilla, calle de Santiago, de la Constitución (que aún se llamaba del General Mola), Duque de la Victoria y Plaza de España. Terminó a las 13:30 horas, sin oradores y entonando la Internacional. Al frente de los sindicatos mayoritarios figuraban Antonio Gutiérrez, por CC OO, que 13 días después cedería la secretaría provincial a Guillermo Díez, y Alfonso Maroto, Enrique de la Cal y Valeriano Martín por UGT; la Guardia Civil también destacaba la presencia del diputado socialista Juan Colino Salamanca.

Aquel 1º de mayo, celebrado bajo el estigma de la crisis económica y con la clase trabajadora duramente golpeada por las altas tasas de paro, calientes aún los Pactos de la Moncloa entre el gobierno de Adolfo Suárez, los principales partidos con representación parlamentaria, CC OO y la UGT (esta tras rechazarlos en un primer momento), expresó en numerosas pancartas el sentir de aquella clase obrera que estaba reconstruyendo la democracia: 'Acción sindical dentro de la empresa', 'Libertad sindical', 'Expedientes de crisis, mentira patronal', 'Derecho de huelga', 'Más invertir, menos evadir', 'No a las horas extras', 'Dónde están, no se ven, los obreros de UCD', 'Control sindical de los empresarios' y 'Devolución del patrimonio sindical', en referencia a las incautaciones de las Casas del Pueblo socialistas en tiempos de la guerra civil y de las demandas de CC OO sobre los inmuebles del sindicato vertical franquista.

Fiesta en el Pinar

La manifestación, encabezada por una gran pancarta en la que se leía: '1º de mayo. Por la libertad sindical en la empresa', sumó a los maestros de EGB que llevaban en huelga desde mediados de abril en demanda de una retribución justa. Por eso también se escucharon gritos pidiendo la dimisión del ministro de Educación, Íñigo Cavero.

La novedad de aquel 1º de mayo de 1978 se extendió también a la provincia. La Guardia Civil destacaba la manifestación de Medina de Rioseco, donde 150 personas, aglutinadas en torno a la CSUT y UGT, salieron a la calle y terminaron escuchando las arengas de Eduardo Franco Felipe (UGT) y José Luis de la Cruz Fernández (CSUT). Esas mismas fuerzas sindicales congregaron a 40 personas en Renedo de Esgueva, esta vez bajo pancartas que aunaban las consignas obreras con demandas de 'Castilla y León por su liberación', y donde destacó el liderazgo de los militantes del CSUT Vidal Bernardino, Carmen Recio y Benito Leal. UGT y CSUT movilizaron en Íscar a 250 trabajadores, que se dispersaron tras escuchar al líder de la CSUT local, Elías Mendieta, mientras que en Medina del Campo se autorizó una concentración en el polideportivo, donde 200 personas escucharon los discursos de Justo González (UGT) y Ángel Cristóbal (CC OO). Al terminar, medio centenar se dirigió en manifestación silenciosa hasta la Plaza Mayor. Pese a lo desapacible del tiempo, por la tarde varios grupos de trabajadores decidieron continuar la fiesta del trabajo, en tono más festivo, en el Pinar de Antequera.

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