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No serán pocos los burgaleses más jóvenes y más mayores que aún recuerden o hayan oído hablar de un equipo burgalés apodado 'el matagigantes' al que los grandes clubes de la Primera División miraban con recelo en cada enfrentamiento.
El pasado 31 de marzo se ... cumplieron más de tres décadas de otra efeméride -además del centenario- guardada en la memoria de los aficionados burgaleses. Un recuerdo de una época convulsa, de muchos cambios y sinsabores, de fútbol de pie a la vera del Arlanzón, que culminó con algunas de las temporadas más gloriosas del fútbol burgalés.
Corría la temporada 90-91, una de las más brillantes que se recuerda recientemente en las gradas de El Plantío, con un flamante cuadro franjipardo que, al igual que en la presente temporada, había ascendido ante el filial del Athletic de Bilbao.
Después de una traumática refundación del filial del Burgos CF, el nacimiento del Real Burgos vino ligado al espíritu del Cid, la leyenda de lograr vencer aún cuando uno está muerto. Y con él, la ciudad vibró en su regreso a Primera División bajo la dirección del técnico gijonés José Manuel Díaz Novoa.
El bloque que logró subir a la élite del fútbol español se mantuvo y consiguió regalar a los aficionados del Burgos algunas de las mayores tardes de gloria de su historia, como la de aquella soberbia volea ganadora del yugoslavo Predrag Juric para batir a Buyo y su Real Madrid en el feudo burgalés.
Y es que aquella campaña, la plaza castellana, aunque ligada a su condición de recién ascendido, era un trago amargo hasta para los grandes del panorama balompédico nacional, hecho que le hizo mantener grabado en la memoria del fútbol español su condición de 'matagigantes'.
Con aquel apelativo, los afortunados burgaleses que lograron un billete para asistir aquella calurosa tarde al Santiago Bernabéu se llevaron uno de esos recuerdos que se cuidan como oro en paño para contar a los hijos y nietos y perpetuar el amor a un club, que aunque mutado de regreso al blanquinegro, mantiene la esencia de la ciudad.
Ante 60.000 espectadores, Radomir Antic debutaba en el banquillo merengue para convertirse en el tercer técnico blanco de la temporada, tras el destituido Toshack, y el periodo transitorio de Di Stéfano, que había dirigido quince partidos.
Por su parte el Real Burgos, totalmente de rojo, enlazaba cinco partidos sin conocer la derrota y albergaba 24 puntos, undécimo en la clasificación. A dos puntos, los de Chamartín campaban séptimos, con 29 puntos, y ya descolgados completamente de la lucha por un campeonato que lideraba el Barcelona -del 'Dream Team' de Johan Cruyff- con 45 puntos.
Las aspiraciones blancas pasaban por la conquista de una plaza europea, soñada también por el conjunto rojipardillo, un anhelo reforzado tras los noventa minutos en el coliseo madridista.
Así las cosas, Novoa incorporó una novedad en su once tipo para dar cabida entre los titulares al canterano Edu, en detrimento del goleador balcánico Juric, para aportar sacrificio y trabajo dado el potencial del once del Real Madrid en banda con Gordillo y Villarroya.
Real Madrid
Buyo, Chendo, Hierro, Solana, Villarroya, Gordillo, Michel, Sanchís (min. 44, Maqueda), Aldana (min. 63, Llorente), Butragueño y Losada
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1
Real Burgos
Elduayen, Alejandro, Villena, Tamayo, Gonzalo, Chelis, Barbaric, Joseba Aguirre, Ayúcar, Edu (min. 74, Villarroya) y Balint (min. 70, Juric).
Árbitro Severo González Lecue (colegio vizcaíno) amonestó a los locales Hierro y Michel y a los visitantes Tamayo, Barbaric y Joseba Aguirre
Además de frenar las incursiones de ambos, Edu resultó el vital protagonista del encuentro cuando tras un pase filtrado de Barbaric -que marco el primer gol del regreso a Primera ante el Cádiz-, finiquitó un contragolpe de manual del cuadro burgalés en el minuto 54.
Pese a las intentos de Hierro, Butragueño, Aldana o Michel, servidos por un lesionado Sanchís, entre otros nombres de la denominada 'Quinta del Buitre', los locales no pudieron batir a Elduayen, que cuajó una gran actuación bajo palos.
Con resiliencia y una buena labor colectiva, los de Novoa aguantaron el resultado para salir indemnes del feudo blanco y seguir reforzando la manida gesta de 'David contra Goliat'.
La jornada siguiente, con la euforia desatada en la ciudad, el líder puso fin a la racha de buenos resultados. La formación franjipardilla claudicó por un contundente 1-3 en El Plantío ante el que sería, a la postre, campeón de liga con 10 puntos de ventaja sobre el Atlético de Madrid y 11 sobre el Real Madrid, que finalizó tercero.
El Real Burgos cerró la temporada con una plácida victoria en casa ante el Tenerife y certificó una undécima plaza de ensueño en su vuelta a la élite del balompié nacional. La campaña siguiente, asumió el reto de superarse con un noveno puesto que le dejó a las puertas de jugar competición continental.
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