El Burgos CF ya tiene pie y medio en la siguiente fase de la competición, que garantiza la presencia en la Primera División RFEF la temporada que viene y abre de par en par las puertas para la lucha por el ascenso a Segunda División ... . Pero matemáticamente, aún puede quedarse fuera del grupo de los elegidos. Eso sí, para llegar a esa situación se tendría que dar una carambola.
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Con 30 puntos en su casillero, el cuadro burgalés le saca nueve al Langreo, cuarto clasificado (solo los tres primeros acceden a la siguiente fase). El problema es que los hombres de Calero tienen el gol average perdido frente al cuadro asturiano, merced a los resultados cosechados en los enfrentamientos de la primera vuelta (0-2 a favor del Langreo) y la segunda (1-2 a favor del Burgos CF). Así, en caso de que el cuadro burgalés perdiera los tres partidos que le quedan por jugar (Numancia, Lealtad y Oviedo B) y el Langreo ganara todos sus compromisos, podría darse la sorpresa.
A mayores, existe una segunda posibilidad de que el Burgos se quedara fuera de la segunda fase, aunque se antoja aún más complicada que la anterior. En este caso, el protagonista es el Numancia, próximo rival de los blanquinegros, que a pesar de contar con apenas 17 puntos, aún tiene seis partidos por jugar. Entre ellos destacan los tres aplazados contra la Cultural, el Lealtad y el Oviedo B que deberá jugar en apenas siete días. Si gana los seis encuentros y el Burgos pierde sus tres compromisos, el cuadro soriano adelantaría a los hombres de Calero en la última jornada.
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El resto de equipos que actualmente están fuera de la zona noble ya no tienen opciones de dejar al Burgos fuera de la segunda fase, ni siquiera el Oviedo B, que con 18 puntos en su casillero y cuatro partidos por jugar, podría adelantar al cuadro blanquinegro si gana todos sus partidos, incluido el de la última jornada frente al Burgos con un resultado superior al 4-0 de la ida. En ese caso, sin embargo, el que se quedaría fuera sería el Real Valldolid Promesas, que habría caído derrotado previamente ante el filial carbayón.
Así las cosas, la posición actual de Burgos invita al optimismo. Y es que, con sumar sólo uno de los nueve puntos que aún tiene en juego, sellaría matemáticamente su presencia la temporada que viene en la Primera División RFEF, categoría puente que se creará entre Segunda División y la actual Segunda B.
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De hecho, el objetivo del cuadro blanquinegro de aquí al final de la primera fase no es otro que el de sumar el máximo número de puntos posibles para afrontar la segunda fase en una buena posición de salida de cara a la lucha por el play off de ascenso a Segunda División. No en vano, los equipos que se metan en esa segunda fase arrastrarán los puntos obtenidos en la primera y se enfrentarán únicamente contra los tres mejores del subgrupo 1B.
En este sentido, la situación ahora mismo es más que favorable para los intereses burgaleses, que liderarían la clasificación virtual de esa segunda fase si comenzara hoy mismo, con seis puntos de ventaja con el Celta B, que ocuparía la cuarta plaza de esa clasificación virtual con un partido menos (los tres primeros se clasifican directamente para el play off).
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