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Sancris fue el autor del gol de la victoria.

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Sancris fue el autor del gol de la victoria. BC

Sancris da tres puntos de oro al Burgos en el descuento

Un gran gol del extremo diestro resuelve un partido intenso y disputado frente al Real Zaragoza en el que pudo pasar de todo

Domingo, 15 de septiembre 2024, 20:39

Victoria del Burgos CF frente al líder. Otra vez. Tras superar al Huesca en El Alcoraz el pasado fin de semana, el conjunto burgalés sumó hoy otro triunfo de quilates ante el Real Zazagoza en un partido disputado, entretenido y con alternativas en el que pudo pasar de todo. Curro marró por dos veces un penalti al filo del descanso, el cuadro maño estrelló un balón en el larguero y, ya cuando el partido parecía visto para sentencia, Álex Sancris se inventaba una genialidad para amarrar tres puntos de oro.

Burgos CF

Burgos CF

Cantero; Arroyo, A. Córdoba, David López, Florian Miguel (Ian Forns, min.76); Atienza, Morante (Appin, min.62); Sancris, Curro (Ojeda, min.88), I. Córdoba (Borja Sánchez, min.88) y Edu Espiau (Fer Niño, min.62).

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Real Zaragoza

Real Zaragoza

Poussin; Calero, Lluis López, Bernardo Vital, Tasende; Adu Ares (Bermejo, min.52), Aguado (Kósa, min.79), Toni Moya, Liso; Soberón (Bazdar, min.79) y Marí.

  • Goles: 1-0, min.92: Sancris.

  • Árbitro: Guzmán Mansilla (Comité Andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Fer Niño, Ian Forns y Atienza por el Burgos CF y a Moya, Kósa y Bazdar por el Real Zaragoza.

  • Inciecncias: Partido correspondiente a la quinta jornada de la Liga Hypermotion disputado en El Plantío ante 10.150 espectadores. Antes del encuentro, la Federación de Peñas del Burgos entregóp el trofeo Piné a Curro como mejor jugador de la pasada temporada.

Bolo decidió repetir la apuesta del pasado fin de semana, con Atienza y Morante en la medular, Sancris, Curro y Córdoba en la media punta y Edu Espiau en punta de ataque. Y el técnico vasco acertó. No en vano, el Burgos se hizo con el control de la pelota desde el principio, imponiendo su ritmo y asfixiando la salida del balón rival.

Los blanquinegros, intensos en la recuperación y rápidos en el despliegue, se asentaron rápido en terreno de juego rival, pero no terminaban de encontrar el camino hasta Poussin, bien secundado por Lluís López y Bernardo Vital en el eje de la zaga maña.

Los de Víctor Fernández, que en estos primeros compases de competición se han destapado como un conjunto increíblemente sólido atrás, no cedían espacios, y en cuanto tenían la pelota en sus pies buscaban con ahínco a Soberón y Marí, siempre peligrosos en punta de ataque.

Sancris lo intentaba en el seis con un libre directo que se marchaba alto, y en el 12, los de Bolo disponían de hasta tres opciones para encontrar el tesoro a la salida de un saque de esquina, pero no encontraban portería.

En esos compases iniciales fue Íñigo Córdoba el que más peligro propuso sobre la portería de Poussin, con un par de internadas que no encontraron premio, pero que pusieron sobre aviso a los maños.

Eso sí, a medida que avanzaban los minutos, los de Víctor Fernández se fueron asentando en el terreno de juego, superando las primeras líneas de presión, conectando con sus jugadores de ataque y pisando zonas peligrosas. De hecho, Soberón pudo poner el primero de la tarde en el marcador con un magnífico libre directo que obligó a Cantero a estrenar los guantes. No sería esa la única actuación del cancerbero blanquinegro en la primera parte, en la que tuvo que intervenir en varias ocasiones para evitar sustos mayores. La más clara llegó en el 25, cuando tuvo que sacar como pudo un disparo de Lisa que se envenenó con un traicionero bote.

Esas, y un disparo raso de Ares en la recta final, fueron las mejores ocasiones de un Zaragoza muy solvente en el repliegue y efectivo en el despliegue que puso por momentos contra las cuerdas al Burgos.

Eso sí, el conjunto blanquinegro no se amilanó en ningún momento. Todo lo contrario. La profundidad de Sancris y el pequeño de los Córdoba, sumada a la pelea de Espiau, el talento de Curro y el trabajo en el centro del campo devinieron en un partido abierto y con alternativas para ambos que fue ganando en intensidad a medida que se acercaba el descanso.

Lo que pocos se imaginaban fue precisamente lo que pasó en los últimos compases del primer tiempo. Espiau cazaba una pelota dentro del área, recortaba ante Lluís López y el defensor maño se le llevaba por delante. El árbitro señalaba el punto de penalti y Curro, experto en estas lides, cogía la pelota para buscar el gol. Sin embargo, Poussin le leía la trayectoria y atajaba el disparo ante la algarabía visitante. Una algarabía que cesó de inmediato cuando el colegiado mandó repetir el lanzamiento al entender que Poussin se había adelantado a la línea. Curro volvía a posar la pelota y la cruzaba al lado contrario, pero el cancerbero maño volvía a leer el lanzamiento y evitaba el gol. Es raro que Curro falle dos penaltis en una temporada. En un mismo partido es algo todavía más complicado.

Ida y vuelta

El Burgos acababa de desaprovechar una oportunidad de oro y enfilaba el camino a vestuarios con rabia, consciente de lo peligroso que es no rematar a un rival como el Zaragoza. Sin embargo, el guión del partido apenas varió un ápice tras el descanso. Si acaso, se volvió aún más interesante, con dos equipos bien trabajados y atrevidos que no escatimaron nada.

El Zaragoza pareció salir con una marcha más y a punto estuvo de encontrar el gol con un fantástico disparo desde la frontal de Moya que se estrelló en el larguero para tranquilidad local. Sin embargo, poco tardó el Burgos en recuperar la iniciativa. Espiau tuvo la suya en el 58 tras una gran recuperación de Córdoba, pero no consiguió dibujar un remate claro bajo la presión de un defensor. Sancris también lo intentó con un buen disparo desde fuera atajado con solvencia por Poussin mientras Bolo miraba al banquillo.

El técnico vasco decidió mover el avispero y dar entrada a Fer Niño y, sobre todo, Kevin Appin. La entrada del de Martinica en el terreno de juego insufló músculo, frescura y ruptura de líneas al centro del campo burgalés. Bajo ese impulso, el partido terminó de transformarse en un auténtico correcalles, con alternativas para unos y otros, en el que el Burgos parecía algo más incisivo, pero en el que el Zaragoza tampoco parecía estar a disgusto.

Los acercamientos se sucedían en ambas áreas. Niño, Sancris y Appin tuvieron sus opciones, como así las tuvieron Moya y, sobre todo, Bazdar, que en el 88 estuvo a punto de encontrar portería con un gran disparo desde la frontal.

A la vista de lo acontecido hasta ese momento, todo hacía indicar que el partido se resolvería con un final de infarto. Y así fue. Las ganas de ganar y el miedo a perder hicieron que el partido acabara por volverse loco en los compases finales, en los que el Burgos, al fin, encontró el premio.

Ya en el tiempo de descuento, Sancris recibía el enésimo balón en la banda, se perfilaba poco a poco y se inventaba una genialidad al segundo palo imposible, esta vez sí, para Poussin. Golazo y tres puntos para la saca que ratifican el buen inicio de temporada del Burgos.

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