Salmerón se estrena en casa con derrota y mucho que mejorar

La vuelta al campo fue más dura para el equipo de Salmerón que, en apenas dos minutos, veía cómo el choque se le ponía cuesta arriba con el 0-2.

En el minuto 73, Pisculichi se sacaba de las botas un disparo a la escuadra que sumó el único tanto del partido para el Burgos CF que, aún así, no logró alcanzar el empate.

El Amorebieta salió con más intenciones ofensivas que el Burgos. Fueron los visitantes quienes procuraban tomar la iniciativa en el juego ante los blanquinegros que sobre el campo no se diferenciaban demasiado de su versión anterior a la llegada de Salmerón al frente del banquillo.

La primera ocasión clara de peligro fue favorable a los de Íñigo Vélez en el minuto 19. Desde la banda izquierda, Zarrabeitia se zafaba con relativa facilidad de Borja Sánchez e intentaba el disparo cruzado. El balón acababa en la frontal del área de Palatsí en un disparo que despejaba la defensa local.

Con esos primeros veinte minutos cumplidos, el Burgos trató de dar un paso adelante en su juego y buscó inquietar la meta defendida por el exblanquinegro Mikel Saizar, pero poco pudo hacer el conjunto castellano para romper el empate inicial.

El cambio de técnico de los burgalesistas no terminaba de reflejarse en la situación sobre el césped, ni en las sensaciones que transmitía el equipo. Por estos derroteros fue discurriendo la primera mitad del choque, que se marchó al descanso todavía con 0-0 en el luminoso.

Tras regresar de vestuarios, y en apenas dos minutos, el encuentro iba a ponerse del revés para el Burgos. En el 49, una falta favorable al Amorebieta terminaba por llevar el balón hasta Orozco, que batía a Palatsí por alto (0-1). El cuadro blanquinegro movía ficha sobre el terreno de juego con la entrada de Toché por Wilson. Pero volvían a penar los castellanos en la defensa que en un grave error dejaba la pelota en el dominio de Orozco. Con Palatsí vencido le concedía una asistencia a Ekain para que sumara el tanto a puerta vacía (0-2).

El trabajo de Juanma en el bando local parece que contagió al Burgos las ganas de meterse de nuevo en la pugna por el partido. En el minuto 73, Pisculichi se inventó un disparo mágico para encajar el balón por la escuadra de la meta defendida por Saizar (1-2).

Al calor del primer tanto, los blanquinegros aumentaban la intensidad y contagiaban de esperanza por el empate a la grada castellana. Sin embargo, ninguna de las oportunidades por las que peleaban los de Salmerón conseguía materializarse en el gol del empate. Por el contrario, el Amorebieta estuvo a punto de sentenciar el marcador a su favor en el minuto 81, cuando Amorrortu estrellaba su disparo en el palo de la portería de Palatsí.

Con el minuto 90 ya cumplido, los castellanos obtenían por medio de Toché un cabezazo a puerta que, en una magistral intervención, conseguía despejar Mikel Saizar. Ni el córner derivado de esta ocasión, ni los minutos de descuento lograron la consecución del empate. El cuadro blanquinegro caía en casa con la sensación de que aún tiene camino por delante para mejorar si su meta es alcanzar las posiciones punteras de la tabla.

El Burgos visitará al Real Unión el próximo domingo, día 3 de noviembre, a las 17:00 horas, en el Stadium Gal.

El que la pasada temporada fue el guardameta del Burgos CF volvía a El Plantío con su nuevo equipo. Jugadores, cuerpo técnico y grada recibieron a Saizar con cariño. Franco Caselli y Andrés entregaron al portero del Amorebieta una camiseta del Burgos CF y, al terminar el encuentro, Mikel Saizar también se acercó a la grada para recibir su calor y salir del campo entre aplausos y cánticos.