Estos son los retos institucionales y económicos que debe afrontar el Burgos CF en Segunda

El primero de ellos es, quizás, el más sencillo para el club, que no tendrá que acometer el proceso de transformación en Sociedad Anónima Deportiva (SAD) puesto que ya figura como tal tras concluir este proceso en 2018.

Pero no será este el único requisito en el que la directiva debe pensar para el proyecto de la temporada 2021-2022. El Plantío, escenario de nuevo de partidos profesionales, estará también bajo la lupa de LaLiga. Por sus instalaciones paseará el 'director de partido', la figura que vela por que en cada choque los clubes cumplan con el reglamento. El aforo mínimo en Segunda División es de 6.000 espectadores, con una capacidad para más de 12.000 personas el feudo blanquinegro pasa con nota esta primera prueba. Sin embargo, su césped de examinará cada jornada, a partir de ahora los técnicos del club deberán sacar escuadra y cartabón para mantener el verde a una altura entre 20mm y 30mm. Además, no podrán cortarlo de cualquier forma, deberán hacerlo en líneas rectas a lo ancho del terreno de juego y en nueve bandas en cada medio campo.

El Plantío será objeto de más cambios para afrontar la nueva categoría en la que el Burgos no milita desde hace 20 años. Las retransmisiones televisivas mandan en el fútbol y por ello será necesario que el estadio adapte sus instalaciones a ellas. Para ello, habrá que habilitar un lugar en el colocar las cámaras y dotar a la instalación municipal de una iluminación adecuada que no solo garantice la buena iluminación, sino también el flujo de energía y un sistema de reencendido en caliente.

Los Caselli tendrán que pensar en dónde situar la zona mixta y la zona de las entrevistas para los protagonistas de cada encuentro y reestructurar toda la publicidad del estadio para que todos los elementos publicitarios sean monocroma. Además, jugadores y cuerpo técnico tendrán que recibir formación VAR, y el club tendrá que instalarlo en el estadio para poder usar la tecnología del videoarbitraje.

Pero no serán estos los únicos requisitos a los que tendrá que hacer frente la directiva blanquinegra. Según la propia normativa de la competición, serán excluidos de LaLiga las Sociedades Anónimas Deportivas o Clubes que no tengan satisfechas a 31 de julio las cantidades que se adeuden a sus jugadores profesionales, un punto a tener en cuenta tras la denuncia de jugadores y cuerpo técnico antes de comenzar el play off de ascenso.

No será la única condición económica en esta nueva categoría. El límite salarial y el 'Fair Play financiero' condicionarán los gastos e ingresos del club. El límite salarial es la cantidad máxima que cada club de Segunda División pueden gastarse en los salarios destinados a jugadores, entrenador, segundo entrenador y preparador físico (plantilla inscribible), así como en el filial, la cantera y otras secciones (plantilla no inscribible).

Para la plantilla inscribible se utiliza en el cálculo las retribuciones salariales fijas y también las variables. En estas últimas entran aquellos pagos en especie, como puede ser la vivienda que el club pone a disposición de un jugador durante la temporada. Además, también se suman las retribuciones por cesiones de los derechos de imagen, la amortización de los fichajes, las cuotas de Seguridad Social, primas colectivas...

El cálculo se obtiene de la diferencia entre los ingresos del club (ya sea por derechos de televisión, venta de entradas, etc) y los gastos previstos para la temporada. Será el Burgos CF el que elabore su propio límite salarial tratando de cumplir con las normas de control económico de LaLiga, pero tendrá que ser aprobado por el Órgano de Validación. En caso de tener un límite salarial que no garantice la estabilidad del club, este organismo lo reducirá hasta una cantidad que si lo haga.

El número de fichas también se modificará de cara a la 2021-2022. Para esta temporada las licencias tendrán que incrementarse hasta las 25. Además, desaparecerá la obligación tener cinco sub-23. A cambio, todos los registrados con ficha de primer equipo tendrán que contar con ficha profesional y percibir el mínimo salarial fijado la categoría, que en las últimas temporadas ha estado estipulado en 77.500 euros anuales

Además, también será necesaria realizar una inversión económica para que El Plantío acometa las obras necesarias para, en el plazo de dos años desde el ascenso, adapte sus instalaciones y recintos deportivos a las medidas de seguridad que obliga la LFP.

El ascenso deportivo se consiguió sobre el césped el pasado fin de semana. Ahora, los propietarios del club tienen que lograr que la institución también sea de Segunda División.