Récord, derrota y fin del liderato para el Burgos CF

Desde el inicio fue un partido extraño. Empezó el partido de una manera en la que no está acostumbrado el Burgos CF esta temporada, con el CD Tenerife agobiando a los blanquinegros que se vieron aculados en su área y son argumentos para salir de ella. Los tinerfeños volcaron todo su juego por su banda izquierda, con José Ángel y Mellot como directores de orquesta de un juego que buscaba batir a Caro cuanto antes mejor. Borja y Córdoba trataban de cerrar huecos, mientras que Mumo y Curro ayudaban a achicar agua.

El Burgos intentaba dar un paso al frente, pero no terminaba de encontrarse cómodo en el partido. El Tenerife movía el balón y continuaba obligando a los de Calero a meterse en su zona defensiva. Sin embargo, las ocasiones que creaban no infundaban demasiado peligro.

El silencio se adueñó de un Plantío especialmente silencioso en la tarde del sábado (la grada de animación permaneció sentada y en silencio durante el encuentro) cuando Borja Garcés presionó la salida de balón de Caro y le pisó de manera involuntaria.

El primer tiro a puerta propiamente dicho del partido llegó en el minuto 23, cuando Borja Garcés volvió a ser protagonista y cabeceó un balón que se fue a la izquierda de Caro por poco. El cancerbero tuvo que ser atendido de nuevo por los servicio médicos del club, pero continuó bajo palos defendiendo su récord.

Un récord que Mellot estuvo a punto de impedirle superar cuando en el minuto 26 remató a puerta muy ajustado al larguero. Pero Caro demostró que sus minutos imbatido no son por causalidad y sacó una mano prodigiosa para mantener el 0-0 en el electrónico.

El Tenerife defendía con autoridad el intento de los de Calero por salir al ataque y sobre el césped pasaban pocas cosas. Algo que, aunque habitualmente no disgusta a los blanquinegros, en esta ocasión no les estaba haciendo sentirse cómodos.

Con el empate inicial llegó el descanso y tras la reanudación del encuentro los de Calero salieron con ganas de ser ellos los que mandaran en el verde. También volvió la animación al fondo sur, que finalizó así su protesta por el sistema de acceso biométrico por huella dactilar instalado por La Liga en la grada de animación de El Plantío que llevaron a cabo durante la primera mitad.

El Burgos se hizo dueño del partido y volvió a ser el de otros encuentros. Mejor colocado sobre el césped movía el balón con más criterio y pronto encontró los huecos en el Tenerife que no lograba hallar en la primera mitad. Prueba de ello es que Curro tuvo una buena oportunidad que se perdió a la izquierda de Juan Soriano.

El Burgos esperaba para botar una falta y el Tenerife aprovechó para hacer el primero de sus cambios, el electrónico marcaba entonces el minuto 61 de encuentro y, por lo tanto, José Antonio Caro batía el récord de imbatibilidad de Abel Resino, con 1.275 minutos sin encajar un gol. Caro sumaba 1.276.

El Burgos no terminaba de dar con la tecla, y aunque mejoraba las sensaciones de la primera mitad y dominaba los pases, el Tenerife no dejaba de cercar el área de Caro, quien no tuvo tampoco que emplearse demasiado. En cambio, sí creó peligro el Burgos CF a la contra, que salió de su área con velocidad y Gaspar lanzó muy cerca de la escuadra para finalizar la transición blanquinegra. Sin embargo, al acabar la jugada se revisó una jugada anterior en la que el colegiado terminó señalando penalti por mano de Borja G. tras acercarse a revisar la acción en el VAR.

Era el minuto 78:30 y ahí terminaba la imbatibilidad de Caro. Apenas una jugada después los burgaleses reclamaron penalti en una jugada en la que Matos cayó en interior del área, sin embargo ni árbitro ni VAR estimaron señalar los once metros y en el césped se armó una pequeña tangana que el árbitro resolvió con cartulinas amarillas para Mourad y Gallego.

El partido se endureció a partir de ahí y se jugó menos de lo deseable en los últimos minutos. Mourad cabeceó un balón en el área pequeña que detuvo Soriano, pero el juego se vio interrumpido de nuevo por otro conato de pelea cuando un jugador del Tenerife quedó tendido en el área y el Burgos CF no quiso tirar fuera el esférico. Al parar el juego el colegiado los jugadores del Tenerife se encararon con Matos y volvió a organizarse otro pequeño tumulto que se saldó con amarillas para Caro y Sergio González.

El colegiado estimó que debían ser 12 los minutos de añadido, lo que provocó el enfado del banquillo tinerfeño que terminó con la expulsión de Borja Garcés, que estaba en el banco. En el 93 un centro-chut de Saúl Berjón se perdió alto, después fueron los lanzamientos de Juan Hernández y Matos los que tuvo que salvar Soriano.

Sin embargo, a punto estuvo el Tenerife de lograr el 0-2. Un mal despeje de Caro dejó el balón franco para Enric Gallego. Sin embargo, el balón se perdió por la línea de fondo. Tuvo una última oportunidad el Burgos para la que subió Caro a rematar y llegó a centrar el balón. Sin embargo, no pudo ser. Hasta este partido llegó la imbatibilidad del portero blanquinegro y le liderato de un equipo que buscará recuperarlo en la próxima jornada.