Primera final para estar en la Copa del Rey la temporada que viene

Enfrente estará un equipo que, con 43 puntos en su casillero, está prácticamente salvado, si bien, llegará a El Plantío con la intención de certificar la permanencia por la vía rápida y no dar lugar a sorpresas. El conjunto vizcaíno, además, viene de sumar una victoria balsámica frente al Leioa y sin duda planteará problemas al cuadro burgalés.

Sin embargo, el mayor hándicap del Burgos quizá no sea el rival, sino la acumulación de bajas. Una acumulación que arrastra desde hace varias semanas y que, lejos de reimitir, parece incrementarse. Y es que, a las ausencias por lesión de Andrés, 'Chevi', Jon Madrazo, Ramón Blázquez y Adrián Cruz se suma la de Iker Hernández, que deberá perderse el choque por acumulación de tarjetas. También Cusi arrastra molestias y podría no estar al cien por cien para la disputa del encuentro.

Esa situación deja a Menéndez pocas opciones para dibujar un once inicial. Todo hace indicar que las ausencias en el centro del campo serán suplidas con Julio Rico, que podría adelantar su posición habitual, cediendo el eje de la zaga a Ayoze y Borda. Algo similar tendrá que hacer Eneko, que podría salir desde el itnerior zurdo, dejando el lateral para Javi Cantero. En el lateral contrario, la única opción posible parece la de Sergio Esteban, mientras que en punta jugarán Carlos Álvarez y Adrián Hernández.

A partir de ahí, el técnico asturiano ha tenido que tirar de jugadores del filial para completar la convocatoria, una circunstancia que está lastrando el rendimiento del equipo.

Aún así, la única opción que maneja Menéndez es la de la victoria ante un equipo que, según avisó en la previa, planteará un juego muy físico y directo, lo que obligará a sus hombres a mantener la concentración durante los 90 minutos e intentar sacar partido a su estilo.