Primera dosis de realidad para el Burgos CF

Pero enfrente estaba una de las plantillas más 'jugonas' de la categoría y pronto enseñaron los dientes en forma dominio incontestable. El Sporting llevó el peso del partido desde el inicio y buscó con ahínco el área castellana.

No sufrió demasiado Alfonso Herrero bajo los palos en los primeros compases, pero sí lo hicieron sus compañeros. El Burgos se replegaba bien para frenar las acometidas de los rojiblancos, con Saúl y Raúl Navarro metiéndose en la línea defensiva para achicar espacios.

Los locales continuaban apretando y Kravets, muy participativo, fue el verdadero dolor de cabeza para la zaga blanquinegra que no encontraba la manera de salir de su propio campo. En una de estas intentonas, en el primer cuarto de hora, llegó una falta a favor de los de Calero.

Andy fue el encargado de lanzarla con rosca desde la izquierda pero Elguezabal no llegó a rematarla y esto provocó la salida al contraataque del Sporting que en los pies de Aitor buscaba la portería. Pero Álvaro Rodríguez estuvo muy listo y desbarató su oportunidad de encarar a Herrero.

En estos compases del choque el partido se animó y el Burgos dio su respuesta a las intentonas sportinguistas. De hecho, la oportunidad más clara hasta el momento llegó en las botas de los visitantes. Fue Raúl Navarro el que tuvo la oportunidad de adelantar a los suyos en un disparo a bocajarro tras una jugada lanzada por Saúl Berjón y centrada por Fran García. Sin embargo, Mariño sacó una espléndida mano para evitar el primer gol del partido.

El susto del partido llegó en el minuto 24 con el choque entre Álvaro Rodríguez, que entró a despejar un balón dividido, y Nacho Méndez. Ambos jugadores quedaron tendidos sobre el verde con un golpe en la cabeza, pero finalmente los dos pudieron continuar en el partido.

Tras el susto llegó la oportunidad más clara para los locales. Un balón filtrado de Nacho llegó hasta Djuka que se quedó solo delante de Alfonso Herrero, pero el jugador serbio decidió lanzar en lugar de adentrarse más en el área y su remate se marchó fuera por poco.

Apenas un par de minutos después, a la media hora de encuentro, Zabaco se vistió de héroe sin capa para cortar un balón raso que quería colarse en arco castellano. No fue este el último susto de la primera mitad, Gaspar centró el esférico que se paseó peligrosamente por la frontal del área sin que ninguno de los sportinguistas lograra conectar con él para alivio de los burgaleses, que se defendían con uñas y dientes.

El Burgos dio un paso al frente en los últimos minutos de la primera mitad para sacudirse el dominio local y buscar crear peligro, pero sus intentonas cayeron en saco roto o en los guantes de Diego Mariño, que estuvo muy atento para despejar cualquier atisbo de peligro en su área y poder llegar así al descanso con el empate a cero inicial.

Tras el paso por vestuarios el partido cambió. El Burgos no quiso entregar el control del esférico como ocurrió en la primera mitad y comenzó a presionar mucho más arriba. Esto incomodó el juego de los rojiblancos, que no solo no lograban combinar, sino tampoco conseguían salir corriendo para pillar a la defensa del Burgos.

Y fue precisamente cuando menos dominaba el Sporting y más loco estaba el partido cuando llegó el gol. Como no podía ser de otra manera el protagonista fue Djuka, que remató un centro de Aitor que iba al segundo palo y a la espalda del central. El serbio se elevó para rematar de cabeza y ponerla en la red. El reloj indicaba que el partido transcurría por el minuto 65, tocaba remar.

A punto estuvo de sentenciar el Sporting en la jugada siguiente en el lío provocado por los cambios del Burgos, cuando Guillermo y Alarcón entraron al césped, pero a partir de ahí volvieron los blanquinegros a tratar de sacudirse el miedo y buscar el empate.

Fue Guillermo quien la tuvo en sus botas a pase de Berjón, pero la defensa sportinguista pidió fuera de juego que fue concedido. Esto no hizo decaer los ánimos visitantes. Guillermo volvió a obligar a Mariño a emplearse a fondo, que tuvo que sacar una magnífica manopla para sacar el testarazo malintencionado del jugador burgalés.

Y aunque el marcador decía lo contrario, quien estaba trabajando a fondo era el cancerbero del Sporting, que tuvo que volver a ser salvador de su equipo. El Burgos llevaba peligro en cada jugada y en el minuto 84 tuvieron los de Calero una doble oportunidad a la salida de un córner que remató Elgezabal en primera instancia para obligar a Mariños a palmear la pelota y sacarla de su área primero, y Mumo, tras el rechace, la envió demasiado alta por encima del larguero.

El Sporting sufría en defensa, pero el Burgos no encontraba la fórmula mágica para batir al portero vigués del equipo asturiano. Y tanto lo intentaron los de Calero que casi encuentran el premio a su insistencia en el minuto 93, cuando Claudio Medina remató a la media vuelta apenas a un metro de la línea de gol y el balón se marchó fuera.

Después de eso no hubo tiempo para más, y aunque los burgaleses fueron valientes en la segunda mitad y dispusieron de las mejores oportunidades, la calidad de Djuka dejó los tres primeros puntos de la temporada en el Molinón.