El nuevo Burgos CF de Bolo se estrena con empate en El Plantío

Los del Cuco Ziganda estuvieron algo más asentados en la primera mitad y se encontraron rápido con la ventaja en el marcador. A partir de ahí, el Burgos reaccionó, creció en el partido y doblegó a los altoaragoneses durante la segunda mitad pero sin encontrar un segundo premio que le diese los tres puntos.

Arrancaba el partido en El Plantío con una sonoro ovación por parte de la parroquia blanquinegra, que ya ansiaba volver a ver a su equipo competir en la Segunda División.

Nueva etapa para los burgaleses con nuevo capitán de barco, Jon Pérez Bolo, que apostó de inicio con un 4-2-3-1 con Mumo incrustado en el pivote junto al de siempre, Elgezabal, y Fer Niño como enganche para enlazar con Edu Espiau, Dani Ojeda y la magia de Curro Sánchez.

Ni cinco minutos tardó el equipo de Bolo en mostrar una de las novedades que ha traído a orillas del Arlanzón el técnico bilbaíno: la presión alta. Hasta el área llegaron los atacantes blanquinegros para incomodar la salida oscense. Y es que ese es el plan que quiere inculcar en sus jugadores, sin perder la esencia competitiva del Burgos: la solidez defensiva.

Un rechace en el minuto 6 permitió a Curro inquietar por primera vez la portería de los del Cuco Ziganda, réplica local tras un remate desviado de Obeng en un corner visitante botado en los primeros minutos de partido.

Con la igualdad sobre el verde y sin demasiadas ocasiones de peligro, la SD Huesca conseguía abrir la lata tras un acertado remate de Vilarrasa, que rebotó en una de las piernas de la maraña de futbolistas que se encontraban en el área pequeña y se colaba en la meta local sin que Caro pudiese hacer nada por evitarlo.

Sin ser el inicio deseado y con todo el partido por delante para revertir el marcador, le tocaba remar a contracorriente al Burgos, que rápido intentó buscar sin éxito la portería de Álvaro Fernández a través de un disparo raso de Mumo que se marchó ligeramente a la derecha de la portería visitante.

Azuzados por la siempre animosa grada de El Plantío, los burgaleses buscaban la fórmula para inquietar a una SD Huesca mejor plantada en el campo y con las ideas muy claras.

La tuvo Edu Espiau en un desmarque por dentro facilitado por un buen movimiento de Fer Niño que terminó abortado por el meta oscense en el minuto 18 de la primera mitad. En el 20, una doble ocasión con sendos remates de Dani Ojeda y Curro Sánchez confirmaba la reacción blanquinegra.

Al filo de la media hora de partido, el ritmo bajo a orillas del Arlanzón en beneficio de los del Cuco Ziganda, que volvieron a llevar el partido a su terreno tras unos minutos de agitación burgalesa con varios acercamientos a las inmediaciones de Álvaro Fernández.

Cuando parecía que todo se calmaba, un centro de Matos desde la izquierda encontró el brazo de Juanjo Nieto. Tras varios minutos y las protestas blanquinegras, el VAR llamó al colegiado valenciano y éste, con menos dudas de las que podrían reflejar las imágenes, decretó la pena máxima. Y Curro Sánchez no falló.

El atacante andaluz engañó al portero altoaragonés para poner el empate y abrir un nuevo partido de cara a la segunda mitad. Los últimos diez minutos transcurrieron sin sobresaltos, como una tregua no escrita en la que ambos conjuntos se aplazaban para los segundos cuarenta y cinco minutos.

Los primeros instantes de la segunda parte fueron de tanteo. Una primera intentona en largo fue atajada por Jeremy Blasco, que cortó por lo sano para evitar males mayores a los del Cuco Ziganda.

Pasado el minuto cincuenta de partido, la mayor intensidad de los de Bolo obligaba a jugar en campo oscense y, en esas, Mumo logró sacar una falta en la que el Burgos ensayó una jugada de la nueva pizarra del bilbaíno que a punto estuvo de sorprender a los visitantes.

Pero la SD Huesca se la estaba guardando y, en la primera que consiguió enlazar tres pases, Lombardo cazó un balón dañino al área con un control a la perfección que fue desbaratado de manera providencial por Goldar.

Prácticamente a la siguiente, un animado Huesca encontraba la cabalgada de Obeng por derecha, que puso otro centro peligroso para Joaquín Muñoz al que, afortunadamente para los de Bolo, no consiguió llegar.

La respuesta burgalesa no se hizo esperar. Pasada la hora de partido, Fer Niño se quitó a su marca con un control y conectó un potente disparo que salió demasiado centrado y rechazo Álvaro Fernández sin problemas.

Pese a no tocar red, esta ocasión local consiguió volver a meter en el partido a la hinchada blanquinegra y también a los de Bolo, que volvieron a tener el segundo en un disparo de Dani Ojeda que se marchó por encima del travesaño visitante.

El recién incorporado Alex Sancris intentó el gol de la jornada con un disparo con comba que buscaba el ángulo de Álvaro Fernández en lo que fue el duodécimo disparo burgalés del encuentro, el triple que los cuatro ejecutados por los oscenses en el minuto 70 de partido.

Lo seguía intentando el Burgos ante un conjunto altoaragonés que se aculaba y aguantaba los envítes locales intentando buscar su momento para salir al contragolpe y pillar descolocados a los de Bolo para matar el partido. Una jugada al filo del 90 ponía un poco de 'jogo bonito' sobre el césped de El Plantío que a punto estaba Edu Espiau de materializar en el segundo gol burgalés.

La tuvo David Goldar completamente solo y con todo a favor en el punto de penalti tras un corner desde la derecha, pero el central gallego erró y el balón se fue ligeramente a la derecha de la meta visitante.