'Michu': «El objetivo es devolver al Burgos CF a Segunda División»

La imagen del Burgos ha cambiado radicalmente en las últimas semanas. ¿Está satisfecho del trabajo realizado en el mercado de invierno?

Sí. Cuando llegamos aquí estábamos en una posición bastante difícil y había que hacer muchos cambios porque la plantilla no estaba cumpliendo los objetivos de la propiedad. Los hicimos y parece que los resultados nos acompañan. Hemos conseguido cuadrar la plantilla y que cada futbolista pueda jugar en su posición, que es lo básico. A partir de ahí, de lo que más contentos estamos es del cambio de imagen que ha ofrecido el equipo.

Entiendo que no ha sido fácil cerrar buenos fichajes a la vista de la situación deportiva que atravesaba el equipo.

Ha sido muy difícil, sí. Hubo futbolistas que optaron por equipos que ya estaban luchando por el play off, y yo lo entiendo. Deportivamente, en el mercado de invierno no éramos atractivos. Estábamos en zonas de riesgo de descenso y así es difícil convencer a los chicos.

¿Y cómo les han convencido?

Utilizando otros argumentos, como la afición, la ciudad o el proyecto. Estoy muy agradecido a la gente que se ha decidido involucrar en este proyecto.

También han echado mano de contratos a largo plazo.

Yo soy partidario de hacer contratos de poca duración, pero al final, es lo que te demanda el mercado. Con un contrato corto, el futbolista está obligado a rendir diariamente, pero el mercado pone las normas y a menudo tienes que ceder para retener a un futbolista que te interesa para Segunda B y para Segunda.

Aún así se quedó una ficha libre. ¿Espinita clavada?

No. Creo que hemos cuadrado bien la plantilla y la gente que ha venido está rindiendo a muy buen nivel. Pero en todo caso, yo no soy muy partidario de hacer plantillas largas. Con una plantilla de 20 ó 21 futbolistas estamos bien cubiertos.

En todo caso, el entrenador tenía bastante claro qué es lo que fallaba, ¿no?

Sí. llegó antes de nosotros y ya había hablado con la propiedad y sabía lo que quería cambiar. Tanto él como nosotros estamos satisfechos con el resultado.

Tras los resultados de las últimas jornadas, la gente ha comenzado a echar cuentas.

Hay que recordar que hace tres semanas estábamos en el play out. Por eso, debemos seguir con el partido a partido. Nos equivocaríamos si miramos más allá del partido frente al Tudelano, al que la gente piensa que vamos a ganar con facilidad. Nada más lejos de la realidad. En Segunda B es difícil ganar a cualquiera. Y después, a preparar el partido frente a Osasuna para intentar conseguir cuanto antes la permanencia. A partir de ahí, yo creo que el objetivo real ahora mismo puede ser clasificarse para la Copa del Rey. Eso sí, siempre tienes el rabillo del ojo puesto en la clasificación.

En todo caso, el objetivo del club pasa por el ascenso a corto o medio plazo.

Sí. El objetivo claro es devolver al Burgos a Segunda División, clasificarnos para el play off la temporada que viene y tener opciones reales de ascenso, a sabiendas de lo difícil que es conseguirlo. De hecho, esta es la categoría del fútbol español en la que más difícil es ascender. Hay que tener en cuenta que ni siquiera sabes en qué grupo vas a estar o qué presupuesto van a tener los rivales. Luego, puedes hacer una temporada inmaculada y te la juegas a un partido en el que puede pasar de todo.

Sea cual sea el resultado esta temporada, ya están preparando la siguiente.

Sí. Tenemos que ir trabajando poco a poco para mejorar la plantilla todo lo que podamos y hacerla lo más competitiva posible. A mi me gusta hacer las cosas con calma, así que vamos a aprovechar los cuatro meses que quedan para ver a muchos futbolistas.

De momento, esta misma semana se ha confirmado la renovación de dos figuras clave como Undabarrena y Borja Sánchez.

Sí, son dos buenos futbolistas que están haciendo una buena temporada dentro de que no se están cumpliendo los objetivos que estaban marcados desde junio. Tenemos las cosas muy claras. Lo dije el primer día que entré en el vestuario: los chicos iban a tener la oportunidad de demostrar si querían estar en el equipo la temporada que viene. Muchos lo están demostrando y nosotros estamos trabajando con calma, porque tenemos tiempo, pero no vamos a parar.

Antes ha mencionado el presupuesto de los rivales. ¿No estamos entrando en una dinámica económica muy loca?

Quizá lo parezca, pero yo creo que las cosas están ahora muy controladas. Con la AFE, los jugadores están más protegidos y a las propiedades se les exigen muchas más garantías. Antes, cualquiera podía entrar a la propiedad de un club a través del ladrillo y hacer y deshacer. Ahora la Segunda B está mucho más profesionalizada. Y ahí, nosotros vamos a tener una ventaja. Antonio y Franco tienen las cosas muy claras y un objetivo muy ambicioso, que es con el que nos ha convencido a nosotros. Esa es la baza que tenemos para convencer a los chicos.

Y a la afición.

Claro. Nuestro objetivo en esta segunda vuelta, independientemente de la posición en la que acabemos, es intentar enganchar al mayor número de gente posible de cara a la temporada que viene para que El Plantío esté lleno. Eso es lo que de verdad me gustaría. Yo, que he tenido la fortuna de ser jugador profesional, garantizo que se nota una barbaridad jugar con el apoyo de la gente.

Usted conoce de sobra el fútbol profesional. ¿Qué le falta al Burgos CF para dar el salto definitivo?

Ascender. Y repito que es muy difícil. Pero creo que se están profesionalizando mucho las cosas. Los futbolistas están muy concienciados de lo que quiere la propiedad y el club está trabajando de manera sobresaliente. Y cuando haces tantas cosas bien, lo normal es que algún año tengas esa pizca de suerte y consigas el objetivo. La suerte hay que buscarla.

Su retirada fue prematura, pero casi de manera inmediata entró en la dinámica de la dirección deportiva. ¿Fue una decisión meditada o simplemente llegó la oportunidad?

Bueno, siempre tuve esa idea. Tengo los títulos de entrenador, pero de momento, me decanté por esta rama. Tuve la suerte de estar en el cuerpo técnico del Langreo como tercer entrenador cuando ascendió a Segunda B y ese año estudié el máster de la Federación Española de Fútbol. Y al año siguiente, tuve la oportunidad de ser director deportivo de un club en Segunda B con 31 años. Es cierto que no es lo habitual. Luego me fui al Oviedo y, tras siete meses, me surgió la oportunidad del Burgos y estoy muy contento.

Con 33 años, muchos de los fichajes que puede manejar son excompañeros o rivales.

Sí (sonríe). Por ejemplo Toché fue compañero de vestuario en el Oviedo.

La edad, en su situación, ¿abre más puertas o supone un hándicap?

Pues yo creo que tengo algo de ventaja, porque muchos chicos me pueden ver como un referente. Al final, a pesar de que mi carrera acabó prematuramente, he tenido la fortuna de jugar en las tres grandes ligas de Europa y de representar a la Selección española. Además, he jugado en todas las categorías, empezando en Tercera y acabando en Primera con 25 años. Creo que eso ayuda a que los chicos empaticen conmigo, sobre todo cuando tienen hambre para llegar al fútbol profesional. Esos, de hecho, son los jugadores que a mí me gustan.

¿Todavía le entran ganas de saltar al terreno de juego?

Sí, muchísimas. En los entrenamientos, Andrés o Lobato echan un centro al área y me apetece salir a rematar, pero me duele el tobillo y me tengo que cuidar. Además, por mucho que empatice con los futbolistas, ahora tengo otro rol y debo mantener cierta distancia. No dejo de ser el director deportivo y con alguno tienes que sentarte y decirle que no va a continuar. Eso es sin duda lo más difícil.