Kike Pérez y Antoñín, opciones difíciles para el Burgos

En el primero de los casos, el del Kike Pérez, las dificultades vienen de que el Real Valladolid no parece querer dejar escapar a una de las últimas perlas salidas del Promesas. El jugador quiere disponer de más minutos de los que está contando con Pacheta, a poder ser, en su posición, y no en banda, donde está jugando, pero desde el club vallisoletano no quieren dejar salir al jugador, máxime después de la salida de San Emeterio al Cádiz.

De esta manera, aunque fuentes del club blanquinegro reconocen el interés en el toledano, también indican que no llegará a fructificar porque seguirá junto al técnico de Salas de los Infantes. Algo similar ocurre con el delantero del Granada cedido en el Málaga, Antonio Cortés, Antoñín, un jugador que también gusta a la dirección deportiva del Burgos CF, pero que tampoco parece vaya a salir del equipo andaluz.

En este caso, la operación debería implicar a más partes, debido a que deberían estar de acuerdo tanto el Málaga, quien aparentemente cuenta con él, a pesar de no estar siendo protagonista, y el Granada, poseedor de sus derechos. Además, lamentan en el seno del Burgos el hecho de que, de cara a este mercado invernal, como ya sucediera en el veraniego, a la hora de reforzarse, son uno de los últimos equipos en 'escoger', al disponer menor poderío económico que otros equipos de la categoría.

Pese a ello, la dirección deportiva que encabeza Michu trabaja en la llegada de al menos dos nuevos jugadores: un mediocentro ofensivo y un atacante. Asimismo, lo hace barajando posibles salidas de entre los 23 componentes de la actual plantilla. Varios de los futbolistas que dirige Calero y que no han dispuesto de todos los minutos que querrían cuentan con mercado, principalmente en la Primera RFEF, aunque su permanencia en El Plantío no supone un problema para el club, teniendo en cuenta el buen rendimiento de la primera vuelta.