La japonesa Septeni Holdings, a punto de cerrar la compra del Burgos CF

Con presencia en la Bolsa de Tokio, una de las más importantes del mundo, Septeni Holdings cuenta con experiencia en el ámbito deportivo, ya que es accionista del Vegalta Sendai, que militó la pasada temporada en la Jupiter League y actualmente ocupa el segundo puesto en la J2, la segunda división.

Además, cuenta con dos esgrimistas de elite y con el Septeni Raptors, un equipo de la liga de danza japonesa, entre sus inversiones deportivas dentro del mercado asiático, en el que también tiene presencia en plataformas de contenido.

Tras certificar la permanencia en la Segunda División sobre el verde, los esfuerzos del Burgos CF se centran ahora en afianzar el futuro del club, y en este sentido, una de las vías posibles para efectuar el desembarco japonés sería la inclusión progresiva del grupo asiático en el accionariado.

La operación, que no está cerrada, debe contar con la supervisión de Yucon, actual propietario de la Sociedad Anónima Deportiva, que abordará antes del 31 de junio la ampliación de capital social superior a tres millones de euros que exige la Liga.

Hasta entonces, se continuarán las reuniones con los representantes del conglomerado nipón para certificar un acuerdo total entre las partes pero no será hasta julio cuando la entidad burgalesa mueva ficha.

El interés de Septeni por recalar en Burgos viene de largo y hace meses que los empresarios del holding aportaron una oferta en la que se incluye la compra de la entidad burgalesa.

La adquisición de acciones se realizaría de manera paulatina para asentar un proyecto sólido en el club supervisado por Yucon Business, que continuaría siendo el propiertario del Burgos CF al menos durante los primeros pasos de los nuevos inversores en tierras burgalesas.

El Consejo de Administración ha recibido varias ofertas durante esta temporada, entre ellas, al menos una con origen estadounidense y otra que integraba al ex jugador de baloncesto, José Manuel Calderón, además de la japonesa.

La nefasta experiencia con la familia Caselli en 2019, que obligó al grupo a retomar las riendas del club, marca la cautela para cerrar la entrada de la inversión asiatica para aportar la estabilidad necesaria al proyecto deportivo del club en los próximos años.

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