Antonio Caselli y su hijo Franco BCF
Burgos CF

La familia Caselli culpa «al hostigamiento de afuera» de la situación que atraviesa el club

La plantilla denunció a través de AFE impagos en las nóminas de los últimos tres meses

Ruth Rodero

Burgos

Viernes, 7 de mayo 2021

Bajan las aguas revueltas a orillas del Plantío a pesar del momento dulce que vive el Burgos CF en el plano deportivo. Con los play off de ascenso a Segunda División en el horizonte más cercano el intercambio de comunicados entre plantilla y directiva enrarece ... una situación que debería ser de felicidad plena.

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Si en la mañana del viernes era la plantilla del Burgos CF la que denunciaba los impagos de tres mensualidades a través de un comunicado publicado por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), durante la tarde era la familia Caselli la que respondía a plantilla y afición.

Escudados en el «enorme esfuerzo» que aseguran estar haciendo «para que los problemas que hoy afectan al mundo entero no se trasladen a la cancha», los propietarios del Burgos CF continúan su escrito asegurando que «hay muchos ejemplos de situaciones problemáticas en el mundo y también de equipos poderosos de España, con otros ingresos y otras posibilidades, que tienen su principal origen en la dificultad para generar recursos producto de la pandemia».

Sin embargo, en el comunicado no desmienten ni ofrecen solución a los problemas denunciados por sus jugadores y técnicos. Explica, eso sí, que desde la directiva han «hecho un gran esfuerzo para que la plantilla tuviera todo lo que necesita para competir, en la logística diaria y también en los traslados». Aseguran haber cumplido «con todas las disposiciones y controles por la pandemia» y lamentan tener que estar «explicando esto».

Los Caselli quisieron agradecer el esfuerzo de «la dirección deportiva, el cuerpo técnico, los jugadores, los trabajadores del club y una masa societaria que ha apoyado» y a los que aseguran estar «profundamente agradecidos».

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Pero lejos de aclarar la situación que se vive en el club, los propietarios acusan al «hostigamiento permanente desde afuera» del daño y la incertidumbre creados a «los diferentes actores del equipo y también de la afición» y finalizan asegurando que «el tiempo pondrá las cosas en su lugar».

Afirman también que seguirán «trabajando con la esperanza de un futuro mejor» mientras pretenden «mantener la esperanza de que en un año muy difícil no sólo para instituciones deportivas sino para la historia de la humanidad» están construyendo «algo realmente grande».

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De las tres nóminas que se adeuda a la plantilla, cuerpo técnico y trabajadores del club, o a la manera de cómo se puede solucionar esta situación no hacen, sin embargo, ninguna referencia.

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