Los errores defensivos matan al Burgos CF en El Sardinero

La maldición a domicilio seguirá una jornada más. El Burgos CF fue víctima de sus propios errores defensivos y volvió a caer lejos de El Plantío ante un gran Racing de Santander que aprovechó sus oportunidades y manejó el partido para cerrarlo con el tercer tanto en el último cuarto de hora de encuentro.

Los blanquinegros aguantaron bien la salida en tropel de los de José Alberto y tuvieron sus ocasiones para adelantarse en un toma y daca en el que los locales golpearon primero a través de Peque. El gol anulado de Ojeda pudo cambiar el partido, pero tras el paso por vestuarios y una buena salida del Burgos CF en la segunda mitad, el Racing noqueó a los blanquinegros con el segundo tanto de Mantilla.

Con los de Bolo volcados en busca de un gol que les metiese en el partido, Ekain cazó un balón suelto en el área para sentenciar un choque en el que los burgaleses terminaron pagando caro su falta de contundencia en defensa.

Arrancaba el partido con un ambiente de partido grande El Sardinero que Grenier, Peque y Arana hicieron subir aún más los decibelios tras pisar el área de Caro antes del primer minuto de partido.

Antes de los cinco minutos, la parroquia cántabra volvía a apretar en esta ocasión al colegiado, Lax Franco, por un posible penalti por mano que el trencilla, de forma acertada, no señaló como pena máxima al estar el brazo pegado al cuerpo del defensor burgalés.

Espoleado por el público, el Racing de Jose Alberto había salido con una marcha más que el Burgos CF de Bolo, que conseguía frenar el juego interior de los locales con el trabajo del doble pivote habitual formado por Atienza y Elgezabal y la solidaridad de los de arriba en el repliegue.

Salió a mandar el equipo de José Alberto ante un cuadro castellano que esperaba pacinete a los errores de los santanderinos para percutir con las habituales transiciones rápidas.

En esas, el minuto 12 de partido trajo la primera ocasión clara. La combinación por dentro de los jugadores de más calidad de los de José Alberto terminó en pies de Peque, que sirvió entre centrales para la carrera de Arana. El 9 local cruzó y ahí apareció el de siempre, José Antonio 'Churripi' Caro, para negar la ventaja a los blanquiverdes y mantener la igualada.

Sin pivotes defensivos como Aldasoro o Sainz-Maza, la propuesta ofensiva del Racing carecía de anclas para sujetar el equipo y mantener el equilibrio en el centro del campo. Así, el choque exponía un ida y vuelta con réplicas constantes de los de Bolo, que llevaban peligro a través de balones largos desde atrás buscando la figura de su foco en este inicio de temporada, Curro Sánchez.

Por contra, el Racing prefería la calidad interior para sacar de nuevo a la banda y terminar sus jugadas de nuevo en el medio con centros que llevaron más sensación que peligro a las inmediaciones de Caro. En el 28, el Burgos CF encontró espacio a la espalda de la zaga rival para meter un balón a la carrera de Edu Espiau que se fue quedando poco a poco sin espacio para el remate merced a la buena acción defensiva de Mantilla, que cerró la puerta al ariete burgalés.

Pasada la media hora de partido, un saque de esquina sacado en corto acabó en Andrés Martín, que se marchó entre Navarro y Aitor Córdoba para poner un centro raso por banda izquierda. La asistencia encontró a Peque, que se anticipó a los centrales y metió la puntera para poner el primero para el Racing ante el delirio local.

Ocho minutos tardó el Burgos CF en dar responder al tanto racinguista. Dani Ojeda tiró una diagonal desde el perfil izquierdo y conectó un tremendo zapatazo que encontró el travesaño de Ezkieta, rebotó y salió hacia fuera. Con suspense y a instancias del asistente, el colegiado concedió el gol pero Ais Reig llamó desde el VAR y el trencilla anuló finalmente la diana burgalesa porque el balón no había rebasado por completo la línea de gol.

En las postrimerías de la primera mitad, Saveljich estuvo a punto de descontar a balón parado entrando desde atrás con un excelso cabezazo que se marchó lamiendo la cepa del poste izquierdo del meta racinguista.

Se protegía Bolo cambiando a Saveljich -amonestado en la primera parte- por Grego Sierra con previsión de tener que defender a la espalda ante las constantes llegadas locales. La primera, sin embargo, fue para el Burgos CF. Una internada por banda izquierda permitió el centro raso para Atienza, que se incorporó desde atrás a la jugada pero no logró atinar en el remate.

El conjunto blanquinegro había salido con mucho más brío que en los primeros 45 minutos, con llegadas y sensación real de peligro para la meta de Ezkieta, pero fueron los de José Alberto los que volvieron a acertar. Un saque de esquina en corto para Iñigo Vicente permitió al 10 cántabro poner un centro desde la derecha que encontró la llegada de Mantilla para conectar un buen remate de volea al primer palo para poner tierra de por medio en el marcador para los racinguistas.

En dos jugadas de pizarra prácticamente idénticas, el Burgos CF había pecado de falta de intensidad para encimar a los rivales y, fruto de esa facilidad, los dos tantos doblegaban a los castellanos en un partido de toma y daca decantado por esos detalles a los que Bolo aludía en la previa del encuentro.

Le hizo mucho daño el segundo tanto al cuadro burgalés, que sufría en cada llegada local sobre todo por los costados, donde los santanderinos habían encontrado un filón para poner centros y pases peligrosos dentro del área. Obligado a plantear algo diferente, Bolo deshizo el doble pivote para buscar profundidad por banda con Ander Martin y abarcar más campo con la entrada de Appin.

Con la ventaja pesando en las piernas burgalesas, el Racing hacía correr al Burgos CF detrás del balón para incidir en el desgaste y aprovechaban el cansancio en los repliegues para encontrar huecos en los que hacer daño a la zaga blanquinegra y finiquitar el partido con el tercero. Y tanto va el cántabro a la fuente que cayó.

Una serie de rechaces tras otro centro raso del Racing permitió a Ekain embocar un balón muerto en el área para finiquitar el partido, dejar los tres puntos en el saco racinguista y cerrar una mala actuación a domicilio de los de Bolo que volvía a dejar sin premio fuera de casa a los burgaleses. Sexta derrota lejos de El Plantío para el Burgos CF, que perdió el partido en varios errores defensivos a balón parado y alarga una salida más la maldición de los partidos a domicilio.

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