«La derrota es dura y difícil de digerir»

«Cuando pierdes y pierdes 3-0 la derrota es dura y difícil de digerir, pero es lo que hay. El partido se ha dado de esta manera, creo que el césped a día de hoy es indigno, es un auténtico patatal, pero no puede ser una excusa en ningún caso. Te ha tocado jugar aquí y tienes que saber manejarlo, lo que no puede ser es encajar dos goles a balón parado. Independientemente de que nos han dicho que el primer gol tampoco ha entrado, según la televisión no ha entrado y no ha entrado claramente. Sería buscar excusas que no voy a hacer., manifestaba el madrileño.

A pesar de ello, Calero explicaba que «los jugadores han trabajado mucho, lo han intentado, pero la realidad es que es imposible combinar, es imposible sacar un centro, te bota mal, te metes hasta el tobillo. Ahora mismo el campo está indigno para jugar en 2ªb un partido con cierta normalidad».

Los dos primeros goles llegaron a balón parado, una situación que tenían hablada porque sabían que había prestar especial atención a ello en un campo embarrado: «Sabíamos que el campo iba a estar mal, éramos conscientes, pero en esas situaciones lo que tienes que ser es muy responsable en todas estas acciones de balón parado porque es donde te podían hacer daño. En balón parado o en alguna transición. Lo sabemos, lo habíamos hablado, pero el fútbol es muy grande y a veces crees que tienes controladas las cosas, pero los jugadores son los que mandan, por mucho que sabíamos lo que nos íbamos a encontrar y por mucho que tuviéramos claro cuáles eran las circunstancias, te chocas».

Además del 2-0 llegó la lesión de Córdoba y con ello la necesidad de mover la idea incial sobre el verde. «La idea era que Unai estuviera en el medio ayudándonos en todo el balón largo que iba a haber, porque iba a haber muchísimos balones largos porque el campo no daba para combinar. La lesión nos ha hecho cambiar un poco la circunstancia, aunque cuando ha sido el cambio ya íbamos 2-0. Teníamos que meter una carta más de intentar jugar, aunque ha sido todo a la desesperada porque metimos a Javi y a Rober, más pequeños, porque tampoco éramos capaces de sacar un centro en condiciones, siempre nos pasaba algo, nos botaba, se quedaba corta, así era complicado», aseguraba.

Sin embargo, quiso dejar claro que no le quería «quitar ni una gota de mérito al Marino, que ha hecho un trabajo fenomenal, pero sí que es cierto que en estas circunstancias es muy complicado».

Tras la derrota es el momento de pensar en lo que viene: «Quedan cuatro partidos, cuatro finales y hoy lo que hay que hacer es pasar el parabrisas, limpiar las cabezas y estar preparados porque nos vienen rivales que nos van a exigir estar al 110%».