El derbi se tiñe de rojo en El Plantío

Los derbis podrían ser patrimonio nacional. La emoción e ilusión en las caras de los aficionados y jugadores se reflejaba desde el inicio del día. Esta vez la victoria ha caído del lado rojillo, el C.D. Mirandés consiguió llevarse los tres puntos a la ciudad burgalesa. A falta de 9 minutos para acabar el partido, los jabatos se adelantaban en el marcador y dejaron a los blanquinegros hundidos en el primer derbi burgalés

La intensidad de ambos equipos empezaba desde el pitido inicial. El Burgos tenía la pelota pero el Mirandés presionaba muy arriba y conseguía robar los balones al equipo contrario. Dos ocasiones muy claras de gol en el área blanquinegra alertaban del riesgo de los jabatos, pero una buena defensa de los de Bolo aseguraban la zona. Los cánticos de ambos equipos se mezclaban con los ¡uy! y con los gritos de los asistentes cuando el equipo contrario se acercaba a su portería.

Un poco antes del minuto 15, los blanquinegros creaban ocasión tras ocasión. Los de Lisci intentaban salir de su área pero no era tarea fácil. La presión y el buen desmarque sin balón de los de Bolo descuadraban las líneas de los mirandeses. La tensión se acumulaba en la zona rojilla.

A falta de un cuarto de hora para que finalizase la primera parte, la tónica del encuentro fueron las faltas entre ambos equipos. Estos parones les sirvió a los de Miranda para oxigenar las ocasiones de los blanquinegros. En cambio, la efectividad y acierto de los de Bolo fue disminuyendo. Pero ya en el minuto 40, el área rojilla volvía a estar concurrida. El partido daba paso al descanso con un Burgos con más peligro en las acciones ofensivas y un Mirandés más encerrado en su campo. Los primeros 45 minutos en El Plantío pasaron sin goles en el marcador.

El inicio de la segunda parte comenzó igual que acabó la primera. La presión y el desborde de los jugadores del Burgos causaron problemas a los visitantes. El gol de los burgaleses cada vez estaba más cerca. Un centro de Florian Miguel pasó por el área para el remate de Fer Niño pero el portero consiguió despejar fuera de su área.

Los cambios llegaron en el minuto 58 de partido. Ambos entrenadores refrescaron la delantera de su once inicial. En el caso de los visitantes entró Joel Roca por Izeta y en el Burgos CF, Bolo sustituyó a Fer Niño y a Borja S. por Dani Ojeda y Curro. Los tres jugadores dieron ocasiones tanto a los rojillos como a los blanquinegros. Aunque las más claras fueron de los locales, un pase perfecto frente al portero dejó a Córdoba solo ante el guardameta. Un mal control hizo que Raúl Fernández capturara el balón.

Los jugadores del Burgos CF querían el gol de la forma que fuera y eso fue lo que intentó Atienza con un tiro desde fuera del área, un golpeo perfecto para estrenar el marcador, pero una buena parada del guardameta mirandés quitó la ilusión a los de Bolo y a toda su afición, que habían preparado sus gargantas para gritar gol.

Los que más ocasiones de anotar tuvieron, fueron los que no consiguieron. El Burgos tuvo todo a su favor pero el Mirandés sorprendió a El Plantío con un gol en el minuto 81, a falta de 9 minutos para el final del partido. Los blanquinegros no desistieron, pero el partido se les ponía aún más complicado. Con menos de 10 minutos para finalizar el encuentro, tenían que meter un gol para igualar el marcador.

Hubo tensión en el ambiente y eso se mostraba en el terreno de juego. Los mirandeses pasaron los minutos en el suelo, los rojillos perdían tiempo y así se marchaban con los tres puntos a Miranda. Pero antes de poder conseguir sumar en el campo del Burgos CF tuvieron que pasar por una revisión de posible mano de un jugador rojillo al borde del área. No obstante, no fue la única polémica que salpicaba al partido. El VAR tuvo que intervenir para avisar al árbitro principal para que revisara la imagen de la roja que le había sacado a Parada. En ese momento, se cambió la tarjeta por el color amarillo.

La última oportunidad que tuvieron los blanquinegros fue una falta cerca del área contraría para intentar igualar el marcador. Un centro que remató un jugador Mirandés para mandarla a córner. Palencia Caballero decidió que ese era el momento para finalizar el encuentro y dar los tres puntos y la victoria del derbi al equipo visitante.

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