Dos décadas de decepciones después...

Y eso pesar de que tuvo en su mano la opción de ascender hasta en cuatro ocasiones prácticamente consecutivas. La primera llegó en la temporada 2002/2003, de nuevo con Carlos Terrazas en el banquillo; la segunda tuvo lugar en la campaña 2004/2005, con Fede Castaños al frente de la nave; la tercera llegó al año siguiente con Fabri; y la última una temporada después 2006/2007, con Arconada como director de orquesta. Y desde entonces, oscuridad.

Aquel equipo firmó una gran temporada regular, finalizando en segunda posición por detrás del Eibar y clasificándose para el play off. En la primera ronda, el cuadro blanquinegro eliminó al Alcoyano en la tanda de penaltis, pero en la final por el ascenso se cruzó con un Sevilla Atlético plagado de jugadores de gran nivel. Tras empatar a cero en El Plantío, el equipo se presentó en el Sánchez Pizjuán, donde acabó siendo eliminado con un solitario gol de Lolo en la prórroga.

Aquel fue el último gran momento del Burgos CF, que desde entonces ha navegado en un mar de incertidumbres y decepciones. En la temporada siguiente, el equipo no consiguió competir con garantías en Segunda B y trs un empate frente al Palencia en la última jornada acabó certificando el descenso al infierno de Tercera División, donde permanecería tres años hasta que consiguió ascender en una eliminatoria frente al Lanzarote en 2011.

Poco le duraría la alegría al conjunto blanquinegro, que en la siguiente temporada firmó una de las peores participaciones que se recuerdan en Segunda B, cerrando la campaña como último clasificado y consumando un nuevo descenso a Tercera. Aquel periplo, sin embargo, sería más corto, ya que apenas un año después volvería a ascender imponiéndose en la eliminatoria frente a El Palo.

Era verano de 2013 y el Burgos CF regresaba a Segunda B con la intención de recuperar el crédito perdido durante tantos años. No obstante, salir del pozo de la Segunda B no es fácil. De hecho, el cuadro burgalés ha estado lejos de conseguirlo desde entonces. La temporada que más cerca estuvo fue la 2015/2016, cuando el equipo, dirigido entonces por Ángel Viadero, acabó en quinta posición, pero a muchos puntos del cuarto.

Es más, el destino aún aguardaba momentos críticos para el club, que a la temporada siguiente, tras un pésimo arranque, tuvo que jugarse la permanencia en un agónico play out frente al Linares. El Burgos CF salvó aquel match ball y a partir de ahí, comenzó a crecer año a año.

De hecho, tras un mal inicio, el equipo reaccionó a mediados de la temporada pasada y comenzó un lento ascenso en la clasificación frenado en seco por la llegada de la covid. Este año, sin embargo, y con la pandemia aún de fondo, el Burgos CF, con Julián Calero en el banquillo y una plantilla de enorme potencial, comenzó con buen pie y ha mantenido una progresión muy positiva que le ha llevado a finalizar la temporada regular en primera posición, algo que no lograba desde el año del ascenso a Segunda y que le ha dado el billete del play off.

Ahora, 20 años después, el cuadro blanquinegro tiene en su mano dejar atrás todas las decepciones. La pelea empieza este sábado en Don Benito frente al Calahorra.