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El capitán del Burgos CF, Aitor Córdoba, ha insistido hoy en que el equipo debe «mantener la mente fría en el terreno de juego» una vez que arranque el partido del próximo domingo frente al Mirandés. Y es que, a pesar de tratarse de un derbi, a efectos deportivos no deja de ser un «partido más» en el que los tres puntos valen lo mismo que frente a otro equipo.
En este sentido, Córdoba ha reconocido que la disputa de un derbi siempre «se nota en el ambiente» durante los días previos, aunque los jugadores tienen que intentar abstraerse de ello para centrarse en lo deportivo y evitar estar «acelerados», teniendo en cuenta además que se espera un partido «difícil» frente a un rival que «está haciendo las cosas bien».
«Desde el año pasado está generando un patrón de juego que es difícil de contrarrestar. Es un equipo muy sólido que con balón se maneja bien y cuenta con jugadores diferenciales», ha subrayado el central al tiempo que aventuraba un «partido de mucha brega y disputa» en el que «todos los balones se van a jugar al 100%».
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Eso sí, más allá de eso, Córdoba no se ha atrevido a dilucidar qué tipo de encuentro se verá sobre el césped de El Plantío. Lo que tiene claro, no obstante, es que el Burgos volverá a contar con el apoyo de la afición en la grada, algo clave para el equipo. «Desde el campo, tanto nosotros como el rival lo notamos», ha señalado.
Con todo, el Burgos deberá afrontar el choque con las bajas seguras de Sancris y, sobre todo Kevin Appin, que tras lesionarse el pasado fin de semana se perderá toda la temporada. Esa es, a juicio de Córdoba, la peor cara del deporte. «Es una situación difícil», pero «vamos a tratar de brindar a Kevin los tres puntos».
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