Choque de estilos en la zona noble de la tabla

Esa circunstancia contrasta radicalmente con la tarjeta de presentación que exhibe el Burgos, que ha hecho de la solidez defensiva su principal virtud y ha conseguido encadenar hasta nueve jornadas sin recibir un solo gol en este arranque liguero. Sólo Cervero, indiscutible referencia ofensiva del grupo II, ha conseguido perforar hasta ahora la portería defendida por Mikel Saizar, un tanto que sirvió para que el Mirandés rescatara un empate ante el Burgos la semana pasada.

Pero ese tanto no ensombrece las magníficas prestaciones que ha desplegado el Burgos hasta ahora. Ni mucho menos. Solo hay un ‘debe’ sobre la mesa: la escasa capacidad goleadora. Solo seis goles en diez jornadas son la prueba más palpable de ello.

Con esos guarismos sobre la mesa, el de mañana se antoja un partido entre dos estilos totalmente diferentes en el que el Burgos intentará dar un nuevo golpe sobre la mesa y regresar a la senda de la victoria tras cuatro empates consecutivos. Cuatro empates que podrían parecer insuficientes, pero que han permitido al Burgos hacer buenos los resultados anteriores y mantenerse en la pelea por la zona de promoción en un momento clave de la temporada, en el que el conjunto blanquinegro encadenará enfrentamientos ante Mirandés, Sporting B y Racing de Santander, esto es, los tres primeros de la clasificación.

Para ello, Salinas podrá echar mano de todos sus hombres, aunque ha dejado fuera de la convocatoria a jugadores como Ramón Blázquez. Así, todo hace indicar que el técnico vasco volverá a apostar por el 4-4-2 que tan buenos resultados le ha dado hasta ahora. La duda está en si el regreso a la dinámica del grupo de Beobide y Adrián Hernández o el partido frente al Real Ávila del pasado miércoles motivan algún cambio en el equipo.