Objetivo conseguido. El timonel del Burgos CF, Julián Calero, rebosaba felicidad después de lograr el ascenso a Segunda tras doblegar al Bilbao Athletic. Una dilatada trayectoria que de momento continúa con una temporada para el recuerdo. «Uno ha vivido muchos momentos en el fútbol, pero ... este es muy especial. Hemos navegado en aguas turbulentas esta temporada, pero los jugadores se han comportado como profesionales. Esta experiencia se me queda en el corazón», ha afirmado el entrenador blanquinegro.
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Un triunfo que se ha logrado gracias al apoyo del los aficionados que se desplazaron este domingo hasta Almendralejo. «Me han parecido más de 2.000 burgaleses. Han cantado por diez mil. Les he visto disfrutar. Muchos mañana trabajan y se van a hacer ahora 500 kilómetros», ha concluido.
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