El Burgos CF revive sus fantasmas lejos de El Plantío

Horrible puesta en escena del Burgos, que durante los primeros compases del encuentro repitió los errores que le vienen condenando desde principios de temporada lejos de El Plantío. Los hombres de Bolo, timoratos en la presión, lentos en la recuperación y muy grises en ataque, se vieron totalmente superados por un Eldense más alegre y con las ideas más claras. Los de Estévez parecen haber encontrado su juego y la conexión entre los hombres de arriba supuso un auténtico quebradero de cabeza para la zaga blanquinegra en los primeros compases.

Ya en el minuto 4, el árbitro bien pudo pitar un penalti por mano de Elgezabal dentro del área, sin embargo, la consulta con el VAR, con muchas dudas, acabó dejando correr la situación. Sin embargo, aquel fue el primer gran aviso de lo que se desarrollaría durante la primera media hora de partido. 30 minutos en los que el Burgos apenas fue capaz de perseguir sombras ante un Eldense que parecía tener imanes por todo el campo. Y es que, todas y cada una de las disputas caían del bando alicantino, mientras el cuadro blanquinegro apenas era capaz de hilvanar un par de pases seguidos.

Y en esas, poco tardó el conjunto azulgrana en adelantarse en el marcador. Lo hizo en el 14, merced a un gran gol de Chapela que culminaba con un recorte y un disparo seco al primer palo una gran jugada colectiva.

El tanto le sentó de maravilla al Eldense, que lejos de relajarse siguió operando a su antojo en la sala de máquinas, superando al Burgos CF en todas las facetas y espacios del campo. Borja González, Córdoba y Elgezabal sufrieron mucho para frenar las acometidas rivales, mientras Fer Niño y Kevin Appin apenas entraban en juego.

Aún así, el Burgos dispuso de varios acercamientos aislados que bien pudieron suponer el empate en la primera parte. Ojeda, Fer Niño y Curro lo intentaron con sendos remates, pero ninguno de los tres encontró portería, como tampoco lo hizo Timor en la mejor ocasión del Eldense al margen del gol.

Sea como fuere, lo cierto es que el Burgos fue desquitándose poco a poco la presión y cerró el primer tiempo con una imagen bien diferente, deshaciendo el dominio local a base de transiciones y la calidad de sus jugadores referencia. Así, el conjunto burgalés dispuso de varios acercamientos y saques de esquina en los últimos compases del primer acto que parecieron igualar el choque, pero que acabaron muriendo en la orilla.

Poco tardó Bolo en mover el avispero y tras el paso por vestuarios dio entrada a Ander Martín y Edu Espiau, lo que retrasó la posición de Curro, dando más libertad en la creación al andaluz. Esos cambios dieron otro aire al conjunto burgalés, que regresó al campo con otro espíritu, dominando los espacios y buscando el hueco.

Sin embargo, los minutos pasaban y el Burgos se mostraba incapaz de encontrar portería con claridad ante un Eldense muy ordenado, que a pesar de estar bajo el dominio del cuadro blanquinegro no mostró apenas síntomas de agobio. Ojeda lo intentó a la salida de un córner pero su remate se encontró con un seguro Zubiaurre, y minutos después Caro repelía el 2-0 tras un gran disparo de Poloni.

El partido continuaba abierto, pero el cronómetro corría en contra del Burgos, que vio cómo en dos minutos se le apagaban las luces. Dos minutos de puro fútbol de ida y vuelta en los que pudo pasar de todo, pero que acabaron decidiendo el choque. En el 80, Soberón culminaba un gran contragolpe con un disparo a bocajarro atajado por Caro. El propio cancerbero andaluz lanzaba el contragolpe del Burgos, que acababa con un disparo de Fer Niño en posición franca que se estrelló contra las manos de Zubiaurre. Y de aquella atajada salió un tercer contragolpe local que culminó Clemente, aprovechando los desajustes posicionales para sentenciar el encuentro.

Ya en los minutos finales, el Burgos se lanzó con más corazón que cabeza en busca de un gol que, al menos, maquillara el resultado, pero bien pudo acabar encajando el tercero con otro disparo a bocajarro de Clemente que Caro envió a saque de esquina.

El desenlace, en todo caso, acabó siendo el mismo que el Burgos lleva viviendo desde principios de temporada lejos de El Plantío. Ya son siete los partidos a domicilio sin conseguir un solo punto.