El Burgos CF regresa a las andadas

Mejores sensaciones, mismo resultado. El Burgos CF volvió hoy a las andadas tras caer derrotado frente a la Real Sociedad B en un partido en el que el conjunto burgalés jugó bien y plantó batalla, pero perdonó demasiado. Todo lo contrario que la Real Sociedad, que aprovechó su calidad para enfilar el choque y sentenciarlo en los últimos compases.

Tras una primera vuelta para olvidar, el Burgos regresaba a El Plantío apenas una semana después de haber sumado una victoria vital frente al Barakaldo. Y lo hacía en cuadro para enfrentarse a un rival de la zona noble como la Real Sociedad B. Las salidas del mercado de invierno, sumadas a las sanciones de Toché y Undabarrena y a los problemas físicos que arrastraban varios futbolistas obligaron a Salmerón a inventarse una convocatoria casi de circunstancias, con hombres como Kleber, que apenas ha jugado, el juvenil Koke o el recién llegado Miki Muñoz.

Así, el técnico almeriense dibujó un once titular inédito, pero de ciertas garantías, con cinco defensas, Albístegui e Indiano llevando la manija en el centro del campo y Diosbert como referente en la punta de ataque. Y la propuesta salió bien en términos generales. Y es que, a pesar de que fue la Real Sociedad B la encargada de asumir el control del choque en los primeros compases, el conjunto guipuzcoano se estrelló una y otra vez contra un Burgos CF muy bien plantado en todas sus líneas.

En ese escenario, fue el conjunto dirigido por Xabi Alonso el encargado de poner las primeras ocasiones. En el minuto 4, Gorostidi cabeceaba fuera un buen centro lateral, y un minuto después, Jeremy Blasco se inventaba un derechazo lejano que también se marchaba desviado.

La Real estaba dominando el balón, pero no los espacios, y el Burgos, bien replegado con sus tres centrales, esperaba su oportunidad para morder. Raúl Sánchez, que se mostró mucho más cómodo en una posición más adelantada, pudo abrir el marcador en el minuto 20 con un centro chut que se paseó por la línea de gol sin que Diosbert llegara al remate. Dos minutos después, el siempre incisivo Juanma, de nuevo uno de los jugadores más activos, tuvo en sus botas la ocasión más clara del Burgos después de controlar dentro del área un gran pase de Diosbert. Sin embargo, tras revolverse y zafarse de su par, el delantero no consiguió encontrar portería gracias a la magnífica intervención de Gaizka Ayesa, que sacó una mano salvadora.

A pesar de saltar con un once de circunstancias y de que la Real seguía controlando el ritmo del choque, el Burgos estaba plantado cara a base de solvencia defensiva y ramalazos ofensivos.

El partido estaba bonito, y Pacheco y Leak dispusieron de sendas ocasiones para sus respectivos equipos antes del descanso, pero ni uno ni otro consiguieron encontrar portería y el choque se marchó al descanso con el cero a cero en el marcador.

Tras el paso por vestuarios, el partido entró en una dinámica más loca, en la que el Burgos y la Real se enzarzaron en un correcalles en el que pudo pasar cualquier cosa. Eso sí, fue el cuadro local el que más y mejor lo intentó. De hecho, tras una infructuosa ocasión de Garrido, los hombres de Salmerón firmaron un cuarto de hora de muy buen fútbol, anulando completamente al conjunto donostiarra y encerrándole en su propio campo.

Fruto de esa iniciativa, los blanquinegros dispusieron de hasta seis claras ocasiones consecutivas, pero ni Juanma, ni Raúl Sánchez, ni Indiano ni Diosbert consiguieron superar a Ayesa. Quizá, la más clara fue la que tuvo el propio Diosbert en el 54 tras una magnífica jugada por la banda de Borja Sánchez que el delantero venezonalo no consiguió culminar.

El Burgos estaba perdonando demasiado y eso siempre es peligroso, sobre todo cuando enfrente está un equipo con la calidad del filial txuri urdin. Y así se encargó de recordarlo Garrido, que en el 65 estrelló un disparo en la cepa del poste.

Esa ocasión pareció romper la dinámica y, a pesar de que el partido continuaba siendo un correcalles, la iniciativa cambió de bando. La diferencia es que la Real sí supo aprovechar su momento y en el 75, Lobete cazaba un balón en el área y batía por bajo a Pedro López, poniendo el 0-1 en el marcador.

Aquel tanto cayó como un jarro de agua fría sobre el Burgos, que casi sin tiempo de reacción vio cómo Roberto López marcaba el segundo tras culminar un contragolpe de libro con un disparo desde la frontal que quitó las telarañas de la escuadra.

El gol del centrocampista fue definitivo, ya que, aunque el Burgos lo intentó, y a punto estuvo de encontrar portería con un postrero cabezazo de Carlos Martínez, el desenlace del choque ya estaba escrito. Habrá que seguir remando.