El Burgos CF se redime ante el Sporting de Gijón

Tras un inicio de disputa y sin un claro dominador del partido, el cuadro blanquinegro fue encontrando el camino del gol merced a un estratosférico partido de Alex Sancris, que desarboló a la zaga rojiblanca desde la derecha y puso un regalo a Dani Ojeda que embocaron entre el ariete canario y Róber Pier.

El conjunto burgalés creció con el tanto y se fue a por el segundo ante las dudas de un Sporting de Gijón que acusó demasiado el golpe. Fer Niño mandó el segundo castellano al palo en la reanudación y Joni Montiel marró la sentencia en un loco final de partido en el que finalmente no hubo que lamentar esas ocasiones erradas a orillas del Arlanzón.

Con un ambientazo espectacular y lluvia arreciando el verde de El Plantío comenzaba el choque entre el Burgos CF y el Sporting de Gijón. Los de Bolo apostaban por el músculo de Appin y el equilibrio de Atienza en la medular para sujetar la calidad ofensiva de los de Miguel Ángel Ramírez en un partido que comenzó con mucha brega y sin un dueño claro del balón.

Por su parte, los rojiblancos planteaban una línea defensiva muy adelantada -a poco metros de la línea del centro del campo- que intentaba aprovechar el conjunto burgalés con balones filtrados y pases largos, principalmente desde las botas del gran golpeo en largo de Caro. También intentaban explotar las bandas tanto burgaleses como asturianos.

Pasado el primer cuarto de hora de partido, Fran Villalba encontró un hueco en el área del Burgos CF y Rosas filtró un caramelo que el 8 sportinguista no terminó por convertir en una ocasión de peligro real sobre la meta local. Apenas una buena acción individual de Sancris, con un tiro desviado a la derecha del meta visitante, fue lo más destacado del lado burgalés en los primeros veinte minutos de un encuentro que se estaba peleando en el centro del campo. El desapacible diluvio sobre el feudo castellano invitaba a esa pugna, pero al mismo tiempo restaba precisión en los pases de los jugadores de uno y otro equipo.

Precisamente el 11 blanquinegro iba a protagonizar la más clara del partido con una arrancada por derecha marca de la casa que el mismo Sancris finalizó ligeramente a la izquierda del palo derecho del portero gijonés. La ocasión hizo titubear un instante a los de Miguel Ángel Ramírez, que vieron como Joel Sánchez tenía que atajar un cabezazo de Curro. Avisaba el Burgos CF, que iba a encontrar de nuevo al madrileño abierto en la derecha. El extremo levantó la cabeza y puso un centro letal entre la zaga y el portero para que Dani Ojeda, que llegaba como una locomotora en la otra banda, empujó -con ayuda de Róber Pier- al fondo de las redes rojiblancas.

El mazazo dejó aturdió al Sporting de Gijón y enbraveció a los blanquinegros, que se lanzaron a por los asturianos oliendo la sangre y vindo la ocasión de dejar encarrilada la victoria con un segundo tanto. Los gijoneses, por su parte, centraron sus esfuerzos en repeler las acometidas burgalesas e intentar rehacerse sobre el verde de El Plantío. Pero no lo consiguió. Con el Burgos CF buscando el segundo y el Sporting de Gijon tratando de recomponerse y no encajar un segundo gol, el trencilla del partido, Guzmán Mansilla, decretó el camino de los vestuarios para alivio sportinguista y decepción de la parroquia blanquinegra.

La segunda mitad comenzó con Miguel Ángel Ramírez tratando de reactivar a los suyos con los cambios. Roque Mesa para domar el centro del campo y el explosivo Juan Otero entraron al verde burgalés y dieron algo más de aplomo -en especial el canario- a la medular visitante. Pero, a pesar de la ligera mejoría del Sporting, los mimbres del choque no habían cambiado.

Sancris seguía deslabazando la zaga asturiana desde la banda y Fer Niño, que cada vez que tocaba la bola mejoraba la jugada- a punto estuvo de sumar el segundo en la cuenta burgalesa. Cinco minutos de vida tenía la segunda parte cuando el 9 del Burgos CF recogió la pelota tras una buena jugada colectiva de los de Bolo y la cruzó imposible para el meta sportinguista. Pero, pese al buen remate, el palo escupió el balón hacia fuera para mantener al cuadro gijonés con vida en el encuentro. Intentó dar la réplica Otero de cabeza, con un flojo remate centrado que atrapó Caro sin problemas.

Metió entonces Miguel Ángel Ramírez a Cote por la izquierda para buscar el hueco a la espalda de Sancris en una doble función para paliar las subidas del 11 y aprovechar la banda para buscar la profundidad hacia el área de Caro. Y ahí despertó el Sporting de Gijón, que tuvo varios minutos de empuje pasada la hora de partido. Pero los de Bolo estaban cómodos y con confianza este domingo en El Plantío. El cuadro blanquinegro, bien plantado en defensa, no hacía concesión a los asturianos que buscaban constantemente la brújula de Fran Villalba para enebrar un fútbol ofensivo que llegaba a cuetna gotas y le era insuficiente para alcanzar el empate.

Consciente de ello, el técnico rojibanco quemó las naves con la entrada de Djuka por Róber Pier y la sustitución -con ovación de El Plantío- de Gaspar Campos por el incisivo Hassan. Al filo del 80, el Sporting de Gijón se pudo quedar con uno menos en una jugada en solitario de Appin en la que enfilaba la portería de Joel Sánchez con campo por delante y fue trabado por Insua. No lo decretó así el colegiado y, en esas, Djuka estuvo a punto de poner el empate tras un balón filtrado que no alcanzó a rematar.

Con el partido revuelto, Joni Montiel fue derriba por Insua dentro del área en una barrida que, esta vez sí, fue señalizada como penalti. Pero el 21 blanquinegro, que apenas acababa de entrar al terreno de juego, mandó por encima del larguero de Joel Sánchez. Tan loco se volvió el choque que en la siguiente jugada, fueron los asturianos los que reclamaron pena máxima por un empujón de Matos sobre Otero que el árbitro no vio suficiente para castigar.

Completamente roto, el partido entro en una dinámica de ida y vuelta en la que el Sporting de Gijón quemaba las naves en cada jugada en busca de la igualada y el Burgos CF replicaba en busca de la sentencia definitiva. Así, tras tres de añadido, los de Bolo se desquitaban de la mala imagen y la derrota en Oviedo con una nueva victoria en El Plantío para no perder la estela de los puestos de play-off de ascenso a Primera División.