Burgos CF y Real Valladolid empatan en un derbi demasiado bronco

En esta ocasión, y a diferencia de lo que ocurrió el pasado miércoles con el partido ante el Lugo, fue el Real Valladolid el que llevó el peso del encuentro en gran parte de la primera mitad. Fueron los vallisoletanos los que manejaron el balón y los que buscaron con más intensidad a Caro, aunque no llevaron demasiado peligro sus internadas. Mientras tanto, Sergio Asenjo aguardaba bajo los palos.

El primer aviso llegó por parte de los visitantes en el minutos 6, cuando Escudero obligó a Caro a estirarse y manoplear un balón a córner. Pero el Burgos CF nunca pierde la cara a los partidos, mucho menos en un derbi, así que la respuesta no tardó en llegar, cuando Borja González centró desde la banda derecha un balón que Matos no llegó a rematar y que se perdió por línea de fondo.

Con un Burgos bien colocado en defensa y serio como ya tiene acostumbrados a sus rivales, la movilidad de Toni se convirtió en el principal peligro para los hombres de Calero. El jugador murciano llevó en sus botas las jugadas de mayor peligro en esta primera parte. En el minuto 19 fue Tony quien condujo por la izquierda el esférico. Córdoba primero y Elgezabal después salieron a su paso para tratar de frenarlo, pero ambos se vieron superados por el jugador blanquivioleta. Sin embargo, el centro que Toni Villa puso no logró conectar con Weissman y se perdió el balón por la línea de fondo.

Apenas un par de minutos después Toni volvió a ser el protagonista. La defensa burgalesa no puede parar al murciano que se gira sobre la media luna y es derribado. El colegiado señaló una falta que Kike Pérez lanzó por encima del travesaño.

Eran los minutos de más agobio para un Burgos que quería sacudirse el control pucelano pero que no terminaba de encontrar huecos para poder jugar. Roque Mesa derribaba a Valcarce en la media luna en una jugada muy similar en la ocurrida en el área contraria. Fue, quizás, la primera chispa de un incendio que estaba por prender. Andy fue el encargado de poner el balón que se estrelló en la barrera vallisoletana.

Tras la pausa para la hidratación parecía que el Burgos CF se animaba a cruzar el medio campo, pero también se endurecía el encuentro. Las faltas se multiplicaban y también los encontronazos. Y en medio de este ambiente llegó el minuto 45, cuando se prendió el incendio tras una falta del Real Valladolid.

Roque Mesa entró abajo a Mumo que salía con el balón controlado en su propio campo. Por detrás llegaba Pablo Valcarce que empujó a Roque Mesa lo que provocó la respuesta del jugador canario del Real Valladolid. Y se armó la tangana en la que se vieron involucrados los jugadores de campo, de banquillo y los cuerpos técnicos que intentaron que el combate de boxeo que se había organizado no fuera a más. El árbitro puso fin a la trifulca con dos tarjetas rojas, una para Valcarce y otra para Roque Mesa. Y también puso punto final a la primera mitad.

Con el inicio de la segunda mitad llegó el temple de los nervios por parte de ambas escuadras. Los cambios enfriaron los ánimos y bajaron las revoluciones. Y entonces empezó el verdadero partido de pretemporada.

En la segunda mitad se vio mucho menos en el césped, dos equipo con menos ritmo y también menos intensidad. El Real Valladolid lo siguió intentando, pero como en la primera mitad no llevó demasiado peligro hasta los dominios de la portería ahora defendida por Dani Barrio.

Gassama fue el que primero lo intentó con un remate de cabeza la filo del minuto 60, la siguiente oportunidad con algo de peligro llegó en el 84, con un remate de cabeza de Anuar a un balón que centró Aguado y que Dani Barrio tuvo que despejar. Monchu en el rechazo la envió fuera.

Olaza y Aguado fueron los más peligrosos de esta segunda mitad para un Burgos que se defendía con uñas y dientes pero que no pudo inquietar a Sergio Asenjo, muy tranquilo durante todo el encuentro.

Y con los ánimos más calmados y el juego volcado sobre el área burgalés llegó el final del tercer partido de pretemporada con empate a cero en el marcador tras un derbi amistoso demasiado bronco.