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Un auténtico regalo para los aficionados al fútbol. Así podría definirse el empate firmado este martes entre Burgos CF y RCD Espanyol para terminar el 2023. Los de Bolo leyeron a la perfección el partido y desesperaron a los de Luis Miguel Ramis, que se ... encontraron por debajo en el marcador y con pitos al descanso.
Pudo finiquitar el partido el cuadro blanquinegro de haber aprovechado dos clamorosos errores en salida de balón de los blanquiazules. Y si dejas vivo al perico, te acabas llevando un picotazo. Los catalanes tiraron de orgullo y calidad en la segunda mitad en una oda al fútbol ofensivo por parte de ambos equipos.
Si uno golpeaba, el otro respondía y así ocurrió con los tantos de Sergi Gómez y Javi Puado para neutralizar el tanto burgalés de Curro y empujar hasta el final en busca de una victoria que finalmente quedó en un justo reparto de puntos.
Arrancaba el partido con un claro choque de planteamientos sobre el verde del Stage Front Stadium -el otrora Cornellà-El Prat- y con Bolo proponiendo un 5-4-1 con un cristalino mensaje de frenar el caudal combinativo de los de Luis Miguel Ramis.
RCD Espanyol de Barcelona
Pacheco, S. Gómez, F. Calero, Javi Puado, Keidi Bare (min. 59 Keita Balde), Pere Milla, B. Olivan (min. 82 Ramón Ramos), Aguado, Edu Expósito, Braithwaite, El Hilali (min. 82 Óscar Gil)
3
-
3
Burgos CF
Caro, Ander Martín, Grego Sierra, Aitor Córdoba, Raúl Navarro (min. 88 Borja G.), Atienza (min. 88 Andy Rodríguez) , Elgezabal, Bermejo (min. 58 Dani Ojeda), Kevin Appin (min. 77 Mumo), Curro Sánchez (min. 77 Álex Sancris) y Edu Espiau
Goles 0-1, min. 12 Kevin Appin; 1-1, min. 20 Braithwaite; 1-2, min. 45+ Grego Sierra; 2-2, min. 64 Sergi Gómez; 2-3, min. 75 Curro Sánchez; 3-3, min. 81 Javi Puado
Árbitro Cordero Vega (Cté. Cántabro). Amonestó a los locales Keidi Bare, Óscar Gil y Javi Puado y a los visitantes Grego Sierra y Curro
Con ese guión transcurrieron los primeros compases del partido. El Espanyol jugaba, proponía e intenta percutir en la ordenada zaga burgalesa. Los blanquinegros, por su parte, esperan agazapados un error para cabalgar a la espalda de la defensa blanquiazul e inquietar a Pacheco.
Pero, como en las buenas películas, Appin tenía preparado un dramático giro de los acontecimientos. Un pase filtrado al espacio lo hizo bueno Edu Espiau, que cedió para la continuación de la jugada del '12' blanquinegro. El francés miró, se hizo un espacio con el cuerpo, y sacudió un tremendo zurdazo ajustado al palo largo e imposible para el meta local que apagó la presión inicial de la parroquia perica.
Tras unos minutos para encajar el golpe, los de Luis Miguel Ramis volvieron a recoger la manija del partido y se lanzaron a por el empate. Un par de llegadas sin demasiado peligro para los porteros de uno y otro equipo dio paso, a los veinte minutos, de otra vuelta de tuerca a la película protagonizada por burgaleses y catalanes. En un balón sin aparente dificultad, un error de entendimiento entre Ander Martin y Grego Sierra dejó el balón suelto en la frontal del área de Caro. Y Braithwaite, que estaba por allí para ver si pescaba algo, se lanzó a por el para poner de nuevo las tablas en el marcador.
Así las cosas, todo volvía a la senda por la que parecía discurrir el partido antes de que las aguas se agitasen. El Espanyol recobró el dominio de la pelota para amasar las jugadas de ataque locales. Los de Bolo, se juntaban en dos líneas pobladas para cerrar espacios y evitar males mayores para después poder lanzar una rápida transición. El paso de los minutos fue inclinando el campo hacia la portería burgalesa, con un conjunto perico cocinando el juego hasta encontrar un hueco que le negaba el Burgos CF.
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Alejandro Rodríguez
En las postrimerías del primer tiempo, el encuentro comenzó a abrirse en esos minutos locos propios de quienes ven cerca el paso por vestuarios. Con varias llegadas para cada lado, el balón parado fue el protagonista para volver a desequilibrar el electrónico. Un córner pasado desde la izquierda encontró la cabeza de un Grego Sierra que, con un fuerte cabezazo, se desquitaba del error en el tanto perico y asestaba un golpe de esos que llaman psicológicos a los de Luis Miguel Ramis.
Sin tiempo para más, Cordero Vega decretó el final de la primera mitad entre los pitos de la hinchada catalana, que vio como su equipo volvía a estar por detrás en el marcador pese a tener el control del juego durante la mayor parte de los primeros cuarenta y cinco minutos.
Comenzó la segunda mitad con un buen susto para el Espanyol. Calero se confiaba en la salida de balón y cedía un peligrosísimo balón a Edu Espiau, que no se entendió con Bermejo y desaprovechó lo que podía haber sido el tercero en la cuenta de los de Bolo y una losa grande en la espalda de los locales. El enfado de la afición españolista iba en aumento y volvió a encenderse tras una nueva pérdida de un exblanquivioleta, en esta ocasión de Aguado. Curro le robó la cartera y abrió Bermejo, que se jugó un disparo lleno de intención hacia la escuadra derecha de Pacheco que se marchó ligeramente por encima del larguero.
Esa presión desde la grada hizo que los de Luis Miguel Ramis intentasen meter la directa para apaciguar los silbidos. Pero no encontraban el camino. Apenas algún centro con cierta inquietud daba paso acto seguido a una rápida transición del Burgos CF que agudizaba el sonido de viento en el antiguo Cornellà-El Prat. Pero pasada la hora de partido, los pericos subieron la intensidad del acoso sobre el área de Caro. Y les dio resultado.
Un córner botado desde la izquierda encontró una prolongación en el primer palo para que Sergi Gómez, que llegaba desde el segundo, empujase con la menos buena el balón al fondo de las redes burgalesas para poner nuevamente el empate en el marcador. En la jugada siguiente, los de Bolo marraban una más que favorable contra de cuatro contra dos ante un buen repliegue local azuzado por la inercia de la igualada.
Quería irse para arriba a presionar el Espanyol y eso lo sabían los burgaleses, que defendían las ofensivas locales y buscaban salir rápido a la espalda de la zaga perica. En esas, cuando mejor estaban los locales, una excelsa pared entre Ander Martin y Dani Ojeda terminó con un balón colgado que encontró la llegada de Curro para subir el tercero en la cuenta burgalesa y desatar el delirio entre los desplazadas blanquinegros. Pero no se rindió el Espanyol. Y tuvo su premio.
Ya en los últimos diez minutos de encuentro, un preciso balón filtrado por la izquierda encontró la carrera de Olivan, que acarició la pelota para ponerla en la cabeza de Javi Puado. Grego Sierra taponó un cabezazo que se colaba, pero el '7' blanquiazul estuvo rápido para rehacerse y fusilar a Caro- Así se rubricaba la locura de partido que se estaba viviendo en el Stage Front Stadium y que, tras un arreón local y un ejercicio enorme de resiliencia, permitió al Burgos CF sacar un merecido punto de Barcelona y cerrar el año mirando de tú a tú a uno de los gallos de Segunda División.
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