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Lo que se ha vivido esta tarde en El Plantío ha sido una verdadera fiesta autorizada. La del domingo, en plaza España, fue más improvisada y con tintes de sentimiento a flor de piel por eso de ver al Burgos CF otra vez en Segunda ... .
Tenía ganas la ciudad de celebrar y la ocasión lo merecía. Con la pandemia aparcada momentáneamente, más de 2.000 aficionados se dieron cita en el estadio burgalés para recibir a una plantilla que se hizo de rogar. Como buena función de teatro, los jugadores y cuerpo técnico aguardaron a que gran parte de los aficionados esperasen en su butaca para salir al escenario de El Plantío. Pero esto ya se sabe, y muchos de ellos decidieron arropar a su equipo desde la misma puerta de entrada para acceder minutos después a las gradas.
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Y a partir de ese momento, la fiesta comenzó. Lo hizo con un bonito gesto de los juveniles, que ofrecieron un pasillo de aplausos para que los jugadores saltaran al césped. Y el primero que lo hizo fue el capitán, Eneko Undabarrena. Lideró a sus compañeros como lo ha hecho sobre el terreno de juego durante toda la temporada. Ha sido un pilar fundamental y, simplemente por eso, recibió la primera ovación.
Sin pensarlo, acto seguido, los jugadores emprendieron rumbo hacia uno de los fondos para regalar carreras de aliento a los aficionados. Los primeros en acercarse fueron Calero y Saúl Berjón. El timonel y el héroe del ascenso recibieron los primeros cánticos para dejar el resto de protagonismo al resto de jugadores. Hasta Juanma, con la bandera que elevaron al cielo todos los componentes de la plantilla, se arrancó con unos pases de torero para levantar los 'olés' en la grada.
Tras carerra y carrera llegó el turno del megáfono. Y sin mensajes directos a la afición, Pisculichi fue el primero en repetir cánticos que la pandemia no ha dejado resonar en El Plantío. Luego fue el turno de Álvaro Rodríguez, que de igual manera hace un 'sprint' en el inicio de la jugada del gol en Almendralejo que versiona el 'Bella ciao' para delirio de la hinchada.
La celebración, tras media hora intensa en El Plantío, llegaba a su final, pero los jugadores y el cuerpo técnico dieron varias vueltas de honor para sentir el calor de todos los aficionados.
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Con la conclusión, algún 'selfie' cayó en los teléfonos de los más pequeños. Incluso autógrafos. Mientras, el resto de aficionados abandonaban por última vez esta temporada El Plantío. La próxima vez que retornen, lo harán como equipo de Segunda División. Aun así, los cánticos no cambiarán y el 'Burgos yo te quiero, tengo a ver' se entonará en el fútbol profesional.
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