El Burgos CF, como la noche y el día

De hecho, ya desde principios de año se estaba viendo una mejoría en el juego del equipo, pero los resultados no terminaban de llegar. Los empates frente al Alavés B y el Haro supieron a poco y el equipo necesitaba una victoria. Y entonces llegó el triunfo en Calahorra. Un triunfo contundente e inapelable en el que el Burgos demostró haber hecho los deberes en el mercado de invierno.

No en vano, en ese encuentro saltaron como titulares cinco de los siete refuerzos invernales (Lobato, Miki Muñoz, Cerrajería, Alarcón y Julio Rico, que regresaba al equipo tras superar la grave lesión de rodilla sufrida la temporada pasada). Ya en el 76, debutaba también Pere Martínez, el sexto en discordia. Tan sólo el centrocampista argentino Matías Rosales se quedó sin debutar ese día, aunque sí lo hizo el pasado domingo frente a la Cultural y Deportiva Leonesa.

Sea como fuere, la presencia de los recién llegados se ha hecho notar desde el primer día. De hecho, su llegada ha permitido a José María Salmerón abandonar el sistema de tres centrales y dos carrileros implementado hasta la fecha, regresar a un sistema de cuatro defensas y colcoar a jugadores como Borja Sánchez o Raúl Sánchez en sus posiciones naturales. Además, el técnico almeriense ha podido repetir once en dos encuentros seguidos, algo poco habitual.

Ese cúmulo de factores ha derivado en un cambio radical en el equipo, en su forma de jugar y, sobre todo, en los resultados obtenidos. Para muestra un botón. En los últimos dos encuentros, el cuadro burgalés ha marcado cinco goles y ha mantenido su portería a cero, venciendo con comodidad a dos rivales complicados a los que, de hecho, se les pudo ganar con más holgura.

Esta fotografía contrasta radicalmente con los guarismos que venía presentando hasta ahora el equipo, que venía de ser el menos goleador y uno de los más goleados del grupo. En la retina aún persisten las contundentes derrotas frente a la propia Cultural, el Logroñés o el Leioa de hace no mucho tiempo.

Habrá que ver, no obstante, si la dinámica se mantiene durante las próximas semanas y el Burgos CF sigue escalando posiciones a base de juego y resultados. De momento, el cuadro burgalés ha metido cuatro puntos de diferencia a la plaza de play out y está un poco más cerca del objetivo básico de la temporada a día de hoy, que no es otro que la salvación.