El Burgos CF se impone al Alavés en un partido marcado por la lesión de Giuliano

Bolo alineó de inicio un 4-2-3-1 que imprimió un ritmo imposible para un Alavés con muchos titulares, pero incapacitado por el descaro burgalés. Tanto fue así que durante los primeros 10 minutos de juego fue el conjunto blanquinegro quien llevó el mando del partido, sobre todo por la banda izquierda de Matos y López-Pinto, y tuvo la mejor ocasión en las botas de Álex Sancris, a balón parado. Matos, capitán en la tarde del domingo, provocó la falta, y el extremo definió con el interior rozando la escuadra derecha de Sivera.

No fue hasta superada la primera media hora de juego cuando el Alavés se desperezó de la presión del Burgos para acumular dos llegadas por la banda derecha de los burgaleses, pero bien desbaratadas por Borja G.

El primer intento serio de los vitorianos provocó la reacción blanquinegra cinco minutos después, cuando en una de las acciones más habituales de la libreta de Bolo acabó con el asombro y la celebración de la grada. Goldar inició la acción buscando con la mirada a un Matos lanzado por la izquierda.

El envío fue perfecto y la descarga con la cabeza del lateral lo convirtió en verdadero peligro. López-Pinto recibió con espacio, encaró a Abqar y en un abrir y cerrar de ojos encontró el hueco para enviar un certero disparo con rosca que limpió las telarañas del marco. Un auténtico golazo. Hasta el descanso, la tensión creció y se elevó el tono en los banquillos, pero sobre el verde, era el Burgos quien conducía el partido.

Tras el asueto, fue el Alavés quien salió decido a comandar el encuentro. Y aunque trató de embotellar al Burgos en su campo, este supo repeler cada intentona del rival hasta que en el 60' de nuevo López-Pinto peleó en el área chica para remachar un centro de Álex Sancris desde la derecha.

En el minuto 67, Bolo se vio obligado a hacer el primer cambio. Osama, quien compartió pareja de centrales con Goldar con nota, abandonó el terreno de juego bajo una sonora ovación, aunque no tan abultada como cuando de una tacada retiró a Ricoy, Del Cerro y el bigoleador de la tarde, Javi López Pinto.

A partir de ahí, el juego se ensució y el partido murió de la peor manera posible con la lesión de Giuliano Simeone tras una fea entrada de Matos. El partido se tuvo que parar entonces y el jugador del Alavés tuvo que ser trasladado en ambulancia hasta un centro médico donde se le están realizando pruebas para conocer el alcance de su lesión.