El Burgos CF ya huele el 'play off'

Lo atisba en un horizonte tan cercano gracias a la seriedad que mostró hoy en El Plantío. Los burgaleses saben de qué va está categoría y ante Unionistas de Salamanca lo demostraron. Lo ejemplificaron cuando mejor estaban los visitantes con un golazo de Navarro y lo ratificaron en la segunda mitad con un testarazo de Javi Gómez.

Empezaron mejor el encuentro los salmantinos, tal vez más necesitados de puntos que los de Calero. Los saques de esquina fueron los protagonistas del primer cuarto de hora del partido en ambos conjuntos, aunque nadie halló el premio del gol. Se encontraba mejor Unionistas y pudo adelantarse en el marcador con una salida en falso de Barovero, pero no fue así.

Y no sucedió eso porque el Burgos CF sabe sufrir y, sobre todo, sabe dar las estocadas con elegancia. Como la que propinó Navarro a la salida de un córner con un certero disparo desde el área. Era el primer tanto, lo que se convirtió en gritos de 'sí, vamos a ascender' en la grada. Así que en el minuto 20, una sola acción de los de Calero había servido para dar la vuelta a la tortilla.

No supieron reaccionar los salmantinos, que ya se preocupaban más de parar las internadas de Berjón, que pretende, con el Burgos CF, volver a la categoría que le corresponde por su calidad. Los blanquinegros empezaron a dormir el encuentro. No querían sustos y no los recibía. Hasta el punto de que los únicos acercamientos en la primera parte de Unionistas fueron centros laterales de Rojo y un tiro lejano de Viana.

Más clara fue la de Javi Gómez, ese jugador que ha merecido más minutos de los que ha tenido durante la temporada. Este sábado, de titular, tuvo el dos a cero, pero Serna desbarató su lanzamiento.

Y siguió sin despertar en el inicio de la segunda parte Unionistas. No había reacción y el Burgos CF empezaba a instalar el campamento base en terreno salmantino. De ese asentamiento salió el segundo gol de la tarde, cuando Alarcón le puso un balón medido a la cabeza de Javi Gómez.

El diluvio que caía en El Plantío sobre las 18:00 horas parecía que solo afectaba a los visitantes, que no sabían cómo parar el vendaval blanquinegro. Y el tortazo del Burgos CF pudo ser más grave si Juanma, de una manera incompresible, no hubiera marrado el tercero. O si Lobato, en su primera intervención en el partido, hubiera mandado el balón a la red.

Era cuestión de que esos fallos no pasaran factura en los minutos finales, aunque los de Calero seguían bien asentados en terreno rival. Y no sufrieron los locales, que terminaron los últimos minutos con dos delanteros puros como Guillermo y Claudio Medina.

El Burgos CF empieza a soñar, aunque aún con los pies en el suelo.