Al Burgos CF le falta rodaje

Estévez se estrenó en casa con un 4-4-2 alineando a Palatsi, Carlos Martínez, Pizzorno, Undabarrena, Wilson, Pisculichi, Juanma, Raúl Sánchez, Córdoba, Machín y Borja Sánchez. El choque comenzó bastante igualado, con un Burgos CF al que se le notaba mucho que acaba de arrancar la temporada. El combinado blanquinegro aún está sin carburar y eso lo aprovechó el Alavés para acercarse al área de Palatsí. Eso sí, tampoco crearon ocasiones muy claras en los primeros compases del juego.

Pero, para desgracia de los aficionados locales que poblaron la grada de Tribuna y ambos fondos el combinado burgalesista tampoco estuvo muy acertado de cara a portería según iban pasando los minutos. Algunos, los más impacientes, llegaron a lanzar los primeros pitos de la temporada, pero las peñas lo cubrieron con 'hola fondo norte, hola fondo sur', unas palabras que volvieron a sonar tras abrirse el fondo norte pese a que la obra de El Plantío aún no ha acabo.

La afición quería más de su equipo, pero este no se lo pudo dar en el primer tiempo, ya que se tuvo que dedicarse en contenerse en frenar al conjunto alavesista, que poco a poco fue sintiéndose a gusto en el césped. De hecho, cuando acabó el primer tiempo, el equipo de Estévez se fue a los vestuarios con tímidos aplausos y con sensaciones más parecidas a las del año pasado que a las de pretemporada.

El Burgos CF había rondado el área rival, pero sin generar una ocasión clara para ir por delante en el marcador. El rival estuvo mejor, pero también ante puerta. El que más cerca estuvo de anotar fue el visitante Genís, pero su cabezazo se marchó por encima del larguero. El resultado era justo.

El segundo tiempo arrancó con el mismo planteamiento, aunque los locales cogieron en el minuto 45 el timón que habían dejado a los vitorianos en la primera mitad. Juanma protestó un penalti que el cántabro Pozueta Rodríguez no sancionó y Carlos Martínez puso un balón al área pequeña que nadie remató. Los blanquinegros seguían sin meter gol, pero, al menos, creaban peligro. Y la grada lo aplaudió.

Estévez movió ficha en el 59 y sacó a Toché por Wilson. Este cambio, sin que el delantero murciano fuera el culpable, coincidió con el fin del arreón local. El Alavés B no se había ido de la ciudad del Arlanzón y así lo demostró inquietando de nuevo a la zaga local. Ante esta situación el técnico del Burgos volvió a mover ficha. Metió en el campo a Goti y sacó a Machín. Pero la sustitución tampoco surtió efecto -al menos inmediato- y, para más inri, el Alavés B se adelantó en el marcador con un tanto de Rodríguez en el minuto 68.

El entrenador quemó las naves y optó por dar entrada en el campo a Marcelo Santos en minuto 73 para buscar el empate. El sacrificado, Carlos Martínez. El cambio arrastró hacia adelante a los burgaleses, que igualaron el tanteador en el 77 gracias a Juanma. El blanquinegro se aprovechó de un fallo de la zaga visitante y golpeó el balón de manera suave para que Gonzi, que se había quedado a media salida, no pudiese atajarla.

Las tablas volvieron a neutralizar el encuentro. El Alavés, que pese a dar por bueno el empate (así lo demuestra el tiempo que perdieron sacando faltas), merodeó el área local y llegó a meter el miedo en el cuerpo a los espectadores locales. Por su parte, el Burgos lo intentó, pero le faltó la chispa para que hubiera peligro real. Justo empate.

Con este empate, el Burgos CF suma dos puntos en otros tantos partidos. La primera victoria del año tendrá que esperar, como poco, hasta la próxima semana, cuando se midan contra el Haro en tierras riojanas.