El Burgos CF se estrella en el Carlos Tartiere

De hecho, la puesta en escena del cuadro burgalés fue horrible. Los de Bolo se vieron superados desde el primer minuto por un Real Oviedo tan ambicioso como acertado en la presión. Los de Carrión, que ganó la batalla táctica, dominaron en todo momento los espacios, limitando las líneas de pase y ahogando la salida del balón del Burgos, que se perdió en una maraña de errores en la entrega durante todo el partido.

En ese escenario, poco tardó el conjunto carbayón en pisar área rival. Apenas se había cumplido el primer minuto de juego cuando Moyano, que acabaría siendo protagonista del choque, pisaba área, cazaba un buen pase al espacio de Cazorla y probaba fortuna con un disparo cruzado que acabó en córner.

Esa primera acción pareció marcar el rumbo de un partido que a medida que avanzaban los minutos se ponía más cuesta arriba para el Burgos. Bolo, que había decidido dar entrada a Mumo en el centro del campo en sustitución de Sancris para fortalecer el centro del campo, se desesperaba en la banda mientras sus hombres perdían todas las peleas individuales y se mostraban incapaces de hilvanar más de dos pases seguidos ante la efectiva presión del Real Oviedo.

Una presión que comenzó a dar sus frutos antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora. En el 12, Córdoba y Caro salvaban in extremis un disparo de Dubasin que iba para adentro, pero dos minutos después, Moyano no perdonaba, mandando a la red un disparo tras un pase al hueco perfecto de Seoane.

Cierto es que el Burgos pareció reaccionar tímidamente tras el gol del conjunto carbayón, pero a los hombres de Bolo les costaba un mundo finalizar las jugadas y apenas tenían continuidad en su juego. Las pérdidas e imprecisiones en la entrega lastraron al cuadro burgalés, cuyos hombres de arriba apenas tuvieron protagonismo en el primer tiempo.

El Real Oviedo, mientras tanto, seguía a lo suyo, saliendo desde atrás sin prisa, asfixiando al Burgos y desplegándose en un abrir y cerrar de ojos. Hombres como Cazorla, Moyano o Seoane se movían con mucha inteligencia entre líneas, generando problemas constantes en la línea defensiva blanquinegra, que achicaba balones como podía.

La dinámica era clara y el Real Oviedo la acabaría formalizando al filo del descanso con dos goles inapelables. El primero llegó en el 42 por obra de Seoane, que no perdonaba tras cazar un buen balón en zona peligrosa; el segundo lo materializaba Moyano tras aprovechar un error obsceno en la salida del balón blanquinegra.

El conjunto carbayón acababa de sentenciar el encuentro en tres minutos y el Burgos CF enfilaba el camino a vestuarios totalmente hundido.

Bolo sabía de la necesidad de arriesgarlo todo para intentar la heroica y daba entrada a Sancris por Mumo en el descanso. Sin embargo, y a pesar de que parecía que el cuadro burgalés regresaba al verde con otro espíritu, la realidad se mostró tozuda y en 51 Moyano despejaba cualquier tipo de duda dibujando un desmarque perfecto, cazando un pase al hueco de Viti y superando a Caro con un disparo seco para marcar el cuarto del Real Oviedo, tercero en la cuenta particular del delantero carbayón.

El partido, a esas alturas, estaba totalmente decidido y sólo quedaba en juego el orgullo competitivo de un equipo totalmente superado. Aún así, lo cierto es que el Burgos lo intentó.

Bolo dio entrada a Appin, Bermejo y Espiau, que junto a Sancris dieron otro aire al equipo. El cuadro blanquinegro estiró algo sus líneas y comenzó a pisar zonas peligrosas con mayor asiduidad mientras el Real Oviedo cerraba filas y buscaba el contragolpe definitivo. Esos fueron los único minutos aceptables del Burgos, que pudo recortar diferencias en varias ocasiones, pero ni Sancris ni Bermejo consiguieron superar a un seguro Leo Román.

Lejos de ello, el cuadro blanquinegro vio cómo el Real Oviedo acababa firmando una 'manita'. Al filo del descuento, el árbitro consultaba el VAR por un posible penalti por mano de Matos, revisaba las imágenes y señalaba los once metros, desde donde Borja Bastón batía a Caro con un disparo seco muy bien colocado que ponía la puntilla al Burgos.