El Burgos CF cierra su semana negra contra el Almería

Más allá de que en el minuto 2 ya fuera ganando el Almería con el gol de Lazo, uno se preguntaba qué hace un delantero como Sadiq en Segunda División. Qué jugador. Cinco minutos sirvieron para ver que ese ariete saldrá la próxima temporada en los cromos de Panini de Primera División. El tiempo dirá si con el Almería, pero, de momento, la categoría de plata del fútbol nacional se le queda pequeña.

Todo lo contrario esperan los burgaleses: que la Segunda no se le quede grande. Y para eso Calero revolucionó el once inicial, con dos delanteros centros, Guillermo y Álex Alegría, y dejando todas las bandas para Álvaro Rodríguez y Matos. No surgió ningún efecto esa idea, porque los blanquinegros no cruzaban la medular del campo. De hecho, los de Rubi podían haber hecho más grande la ventaja.

El Almería dominaba el juego a sus anchas. Fernando, el portero local, era un espectador más del encuentro, porque sus guantes continuaban con la etiqueta y el precio. Sin estrenar estuvieron prácticamente todo el encuentro. Y cuando los utilizó, lo hizo a lo grande. Otro que va camino de salir en los cromos la próxima campaña.

Necesitaba calma el Burgos, porque las escasas veces que tenía la pelota, se precipitaba. Los andaluces simplemente tenían la misión de solventar el encuentro cuanto antes para evitar sustos.

Salió más estirado los blanquinegros en la segunda mitad. Lo que al inicio del partido era un 5-3-2 se convirtió en el segundo periodo en un 3-5-2. No quedaba otra que adelantar el bloque y dar algún susto al Almería.

Costaba darlos, pero ya era otro Burgos. Más aún cuando Calero sacaba a la guardia pretoriana con los Juanma, Berjón, Valcarce y Mumo. Tal vez esa era la estrategia de Calero: llegar vivo al minuto 60 para sacar el colmillo.

Pero ese incisivo fue de leche y cada vez que intentaba dar un bocado el diente se movía. Por su contra, Sadiq seguía siendo un dolor de muelas para la defensa burgalesa. Hasta tuvo el segundo si no llega a ser por el pie de Caro, que hoy mandó al banquillo a Herrero, o por el VAR, que anuló un gol tras falta al guardameta.

Tanto perdonar el Almería ponía de manifiesto que el Burgos iba a tener alguna ocasión. Y así fue. Un zapatazo lejano de Berjón obligó a estirarse a Fernando para evitar el empate. Ya en el descuento, Arnau finiquitó todas opciones de igualada.