Burgos CF, un centenario polémico y un equipo 'sin himno'

Las banderas y bufandas al cielo mientras se entona la letra que habla de buscar el triunfo luchando en buena lid son estrofas que resuenan en los campos españoles y que en El Plantío se ha sustituido por 'En blanco y negro', de Barricada. Este tema, que la afición burgalesa hace suyo en el momento previo al inicio del partido, se ha convertido en una especie de himno oficioso para el club de la ciudad.

Pero esto de no contar con un himno no es realmente verdad. Si bien es cierto que en la página web del club aparece como himno oficial , compuesto en letra y música por Javier Moreno en 2017 que se estrenó el 19 de septiembre de ese mismo año. Sin embargo, no se utiliza en el estadio los días de partido. Por lo que, en honor a la verdad, el Burgos CF posee un himno oficial que, sin embargo, no se utiliza.

Antes de este himno , que se estrenó en el año 2000, pero que no cuajó. La afición no se sintió cómoda con él y tras un par de temporadas cayó en el olvido.

Después llegó una jota que fue el himno oficioso del equipo, pero esta jota de paloteo no se pudo oficializar nunca por la complejidad que suponía los derechos de autor.

Pero antes de la refundación del Burgos CF hubo otro equipo en la ciudad que militó en lo más alto del fútbol profesional. El Real Burgos nació el 4 de agosto de 1983 y lo hizo con la base del Burgos Promesas y con Félix Castrillo como presidente. Este nuevo equipo burgalés fue una ruptura total con el Burgos CF, los colores marcaron una distinción clara: camiseta roja y franja vertical pardilla, pantalón blanco y medias blancas con vueltas granates. El escudo tampoco se parecía en nada al del Burgos CF.

El equipo nació en Tercera División, en la temporada 1985-86 y 1986-87 militaron en Segunda División B, pero enseguida ascendieron a Segunda División, donde permanecieron tres temporadas. En 1990 llegó el ascenso a Primera División, donde se mantuvo durante tres temporadas. El Real Burgos sí disfrutó durante sus mejores años de un que sonaba en El Plantío, el compuesto por Carmelo Bernaola, compositor también del himno del Athletic Club de Bilbao.

Después llegaron dos descensos consecutivos, a Segunda y Segunda B, y la deuda económica que ahogó al club, que dejó de competir en la temporada 1995-96 y que fue condenado a quince años de inactividad por esta deuda.

Tras cumplir esa sanción, el club ha mantenido un largo peregrinar por la Primera División Regional Aficionados, hasta que en la temporada 2021-22 quedó eliminado a las pocas semanas de su inicio tras la incomparecencia del equipo motivada por su insolvencia económica. El 22 de diciembre de 2022 la Junta General de Accionistas, de la que forman parte el Ayuntamiento de Burgos y la Diputación Provincial, acordaba la disolución del club deportivo y el cese del administrador, por lo que el Real Burgos entró en proceso de liquidación.

Sin embargo, es el himno del Real Burgos el que suena en la grada visitante de los estadios que la afición burgalesa visita. Es su letra la que El Plantío ha entonado en los últimos encuentros, quizás en un guiño claro a cuál es el himno que sienten propio y un empujón a esa intención que parece que tiene el Ayuntamiento de hacerse con los derechos de la canción para que vuelva a sonar como himno del equipo de fútbol de la ciudad.

Mientras tanto, seguirá sonando Barricada al tiempo que en el resto del fútbol español las aficiones seguirán entonando el himno de los colores que llevan, junto al escudo, en el corazón.