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Cuando un equipo encadena nueve jornadas sin conocer la victoria y sólo es capaz de sumar dos de los últimos 27 puntos en juego, lo lógico es que se meta en problemas. Y el Burgos ya está de lleno en ese escenario.
De hecho, la derrota del pasado sábado frente al Racing de Santander, sumada a las victorias del Cádiz frente al Córdoba y el Eldense frente al Albacete han colocado al conjunto blanquinegro en los puestos de descenso.
Es la primera vez que el equipo burgalés se encuentra en esa situación desde los primeros compases tras su regreso a Segunda División. En aquella temporada, la 2021/2022, al equipo entrenado por Julián Calero le costó arrancar. El cambio de categoría se hizo notar y las primeras jornadas fueron complicadas. Tanto que acabó la tercera y la séptima jornada de la competición en puestos de descenso.
Sin embargo, a partir de ahí, el equipo comenzó a carburar poco a poco y abrió brecha con la zona peligrosa para mantener la ropa seca durante el resto de la campaña.
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Gabriel de la Iglesia
Desde entonces, el Burgos no había pisado los puestos de descenso. Lejos de ello, en las dos últimas temporadas se había paseado más por la zona alta de la clasificación. El gran arranque liguero de la 2022/2023 permitió al equipo incluso liderar la clasificación y permanecer en ascenso directo durante varias jornadas. Luego, el conjunto dirigido todavía por Calero se desinfló, pero en ningún momento pasó apuros.
Tampoco lo hizo el equipo, ya a las órdenes de Jon Pérez Bolo, la temporada pasada, en la que no pisó ni una sola jornada la zona de descenso, peleando en todo momento por engancharse a un play off que al final resultó inalcanzable.
Y lo cierto es que, a tenor del buen inicio de esta campaña, las señales eran magníficas. En las primeras siete jornadas el Burgos tiró de oficio y cerró la mejor clasificación de su historia, pero a partir del empate frente al Granada se ha derrumbado.
La destitución de Bolo y la llegada de Ramis semanas atrás no ha tenido por el momento el efecto deseado y el cuadro burgalés ha perdido los tres partidos que ha dirigido el técnico tarraconense.
Esa circunstancia ha hecho que el Burgos haya perdido todo el colchón de puntos obtenidos en los primeros compases y haya caído al pozo por primera vez en mucho tiempo. El próximo fin de semana se espera una nueva final frente al Eibar en El Plantío.
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