El Burgos CF asesta otro golpe a domicilio y se afianza a la cabeza de la tabla

En la lista de 20 convocados desplazados hasta Ponferrada, Julián Calero pudo incluir finalmente a Grego Sierra y Unai Elgezabal para hacer así menos apremiantes las dudas con las que contaba en el eje de la zaga. Las molestias de Zabaco, la lesión sufrida por el propio Elgezabal frente al Zaragoza de la que pudo recuperarse en tiempo récord y la baja por sanción de Aitor Córdoba al igual que Mumo sobrevolaban el encuentro.

Con ello el técnico madrileño optó por incluir de inicio a Zabaco y Elgezabal haciendo línea de tres centrales con Borja González con Areso y Fran García en bandas para que Raúl Navarro y Atienza ocuparan el mediocentro. El comienzo del partido fue de dominio local ante un Burgos bien plantado en campo propio.

La primera llegada con peligro tuvo como protagonistas a Caro y Yuri. El arquero, con una parada salvadora cuando apenas se habían consumido diez minutos de juego, salvó el disparo del brasileño que acabó estrellándose en el larguero. En el ecuador de la primera mitad, de nuevo, el capitán de la Ponferradina remató sobre la portería del onubense pero en esta ocasión no encontró meta.

Las dos oportunidades locales dieron paso a los mejores minutos burgaleses en el choque con Curro, Bermejo y Gaspar jugando muy bien entre líneas para generar dudas entre los centrales y mediocentros locales. De una triangulación entre los tres llegó el que pudo ser el 0-1 en el minuto 27 de partido, cuando Gaspar batió por bajo a Makaridze aprovechando una asistencia de Bermejo.

Con la Ponferradina cabizbaja, llegó al pinganillo de Dámaso Arcediano Monescillo el aviso de fuera de juego en la jugada que invalidó el tanto. No le pesó el disgusto al equipo de Julián Calero y tan solo cuatro minutos después, y en una acción calcada a la que acabó con ese gol anulado, de nuevo Gaspar, esta vez con la izquierda, cruzó al palo largo con un tiro raso para batir al guardameta georgiano en una nueva jugada combinativa de muchos quilates de los atacantes que ejercían como visitantes.

La Ponferradina buscó la reacción ante un Burgos ordenado como siempre pero al que un contragolpe berciano le costó la igualada en el minuto 38. Un contragolpe llevado por Dani Ojeda desde banda derecha acabó con un pase a la frontal del área pequeña, en la que apareció Hugo Vallejo para empujar a la red haciendo el 1-1.

El paso por vestuarios devolvió a un Burgos más enchufado al duelo y que gozó en la primera acción del segundo acto de una gran ocasión en las botas de Curro; el futbolista, criado en la cantera del Sevilla, aprovechó la indecisión de los centrales locales para cazar un balón en área grande, en el que solo una rápida reacción de Amo para meter la puntera privó al atacante de un remate con todo a favor.

Calero movió el banquillo pasada la hora de juego para dar entrada a Grego y Mourad en sustitución de Areso y Bermejo, para que Borja González pasase al lateral derecho. Los cambios reactivaron la ofensiva visitante y Atienza no acertó a colocar el pie en un centro desde la izquierda. El que no erró a la hora de colocar el pie fue Mourad cuando el partido transcurría por el minuto 68; de nuevo una acción iniciada por Gaspar en zona de tres cuartos, que descargó a la izquierda donde Fran García puso un balón tenso al espacio entre centrales y portero, en el que apareció el futbolista cedido por el Elche para embocar el 1-2.

El guion de partido sonreía de nuevo a los pupilos de Julián Calero, que volvían a mostrar su fortaleza atrás y su imaginación y velocidad arriba para ponerse por delante en el marcador. La Ponferradina apenas inquietaba las inmediaciones de Caro, al que Derik hizo intervenir en el minuto 78 respondiendo a un tímido disparo del atacante brasileño. A diez minutos del final, Artola y Pablo Valcarce sustituyeron a Gaspar y Curro para refrescar las bandas ofensivas burgalesas y meter también energía en la primera línea de presión del equipo blanquinegro.

La Ponferradina agotó los cambios dando entrada a Heri, Moi Delgado y Ale Díez, buscando las llegadas por banda en los instantes finales Sin embargo, a cada centro llegado desde los costados respondía un despeje por alto de la zaga burgalesa, imperial una noche más cerrando todas las vías de entrada que buscó el equipo berciano. Una ponferradina inoperante en la ofensiva ante el orden táctico implantado por los de Julián Calero para sellar el tercer triunfo consecutivo lejos de El Plantío, con el que seguir tuteando en lo alto de la tabla a los gallitos de la competición.