Reparto de puntos en el Carlos Belmonte

Le costó arrancar al Burgos. El Albacete, que ha comenzado con buen pie en su regreso al fútbol profesional con hasta tres ex blanquinegros en sus filas, se hizo pronto con el control del juego, dominando la pelota y desplegando con cierta comodidad su juego ofensivo. De hecho, los de Rubén Albes tardaron apenas un suspiro en generar peligro sobre la portería de Caro con una doble ocasión que acabó en nada en el minuto dos.

Esos fueron, sin duda, los mejores minutos del Alba, que acabó estrellándose una y otra vez contra el muro defensivo burgalés. Y es que, los de Calero contuvieron todas y cada una de las internadas y centros envenenados que sirvieron los de Rubén Albés en los primeros compases. Y eso a pesar del susto que protagonizó Caro en el 13, intentando una frivolidad en el despeje que casi acaba en tragedia para los blanquinegros.

Sea como fuere, tras unos primeros minutos marcados por el dominio del Alba, los hombres de Calero comenzaron a asentarse sobre el terreno de juego, desplegando sus armas. Cierto es que era el conjunto local el que marcaba el tempo del choque, pero el Burgos había dado un paso al frente y se empezaba a asomar al área a base de balones largos y la extrema movilidad de Artola, Bermejo y Valcarce en la parcela ofensiva

A partir de ese momento, El Albacete y el Burgos se repartieron las contadas ocasiones que se materializaron en la primera mitad. En el 25, Higinio no acertaba a rematar con claridad un fantástico centro de Julio Alonso, mientras que en el 29, Mumo se inventaba un zapatazo lejano que se marchó lamiendo la cepa del poste. Cinco minutos después, el propio Mumo servía un gran centro para el remate en el segundo palo de Navarro que acabó escapándose por poco. También Boyomo la tuvo para el Alba cabeceando bien un córner que acabó atajando con seguridad Caro.

El partido había ganado en interés, pero continuaba transitando en el terreno de la igualdad. Y así seguiría hasta el final del primer tiempo, que acabó muriendo con un inapelable empate en el marcador y con el susto en el cuerpo por un mal gesto de la rodilla derecha de Andy, que tuvo que ser sustituido en el descanso por Atienza.

Tras el paso por vestuarios se repitió el guion de inicio, con un Albacete dominador de la pelota y un Burgos más estático. Eso sí, el ritmo del choque fue decayendo poco a poco, con más pelea en el centro del campo y menor presencia de unos y otros en las proximidades del área rival.

Aún así, era el Albacete el que con más ahínco lo intentaba, hilvanando jugadas entre líneas en busca de alguna buena acción de sus delanteros. Y a punto estuvo de encontrar el tesoro en varias ocasiones. Sin embargo, ni Rubén Fernández, ni Maikel Mesa ni Fuster consiguieron encontrar portería. Tampoco lo consiguió Higinio en el 72 con un gran remate en el segundo palo que acabó estrellándose en la madera. En el rechace, Caro se erigió de nuevo como héroe achicando el segundo remate de Dubasin.

El Albacete estaba atravesando un buen momento y acumulaba hombres en la parcela ofensiva, mientras el Burgos juntaba líneas y achicaba balones en busca de un posible contragolpe decisivo que pareció llegar en el 76, cuando Valcarce, convertido en delantero referencia tras la salida de Artola, emprendía desde el centro del campo la carrera en solitario hacia Bernabé. No obstante, el berciano no llegaba a su destino por la tarascada por detrás de Julio Alonso, que vio la roja directa y dejó a su equipo con diez.

Quedaba alrededor de un cuarto de hora de partido y el Burgos partía con cierta ventaja por aquello de la superioridad numérica. Sin embargo, a los de Calero, que no habían sido capaces de firmar ni una sola ocasión de peligro real en toda la segunda parte, se les había agotado la gasolina. Ni siquiera la salida de Berjón y Gaspar, que debutaba con la camiseta blanquinegra, ni un postrero remate de Juanma, que se estrenó con el Albacete ante su exequipo, consiguieron cambiar el guion del choque, que parecía totalmente abocado al reparto de puntos. Un reparto de puntos que quizá le siente mejor al Burgos, que tras dos partidos continúa sin conocer la derrota y sin haber encajado un gol. Las señas de identidad de la temporada pasada se mantienen.