Secciones
Servicios
Destacamos
El Burgos CF recuperó hoy la sonrisa tras vencer al UD Ibiza en un partido muy disputado en el que pasó casi de todo y que permite al cuadro burgalés dejar virtualmente asegurada la permanencia a falta de seis jornadas y reivindicarse como equipo revelación ... de la temporada frente al otro gran candidato a tal honor.
Los de Calero se adelantaron en el marcador mediado el primer tiempo gracias a un gol de Juanma, pero el Ibiza empató nada más regresar de vestuarios y pudo culminar la remontada con un gol que el VAR no concedió. Apenas dos minutos después, Guillermo volvía a poner al Burgos por delante en el marcador y permitía al cuadro blanquinegro alcanzar los 49 puntos.
Empezó el partido sin un dueño claro. Cierto es que el Ibiza parecía mantener un perfil más incisivo en los primeros compases, pero no llegaba a generar preocupación sobre Alfonso Herrero, que regresaba a la titularidad en el conjunto blanquinegro. Y es que, el Burgos, que volvió a apostar por un sistema de tres centrales, rayó en todo momento la excelencia defensiva. Córdoba, Rubio y Grego volvieron a levantar un auténtico muro contra el que los hombres de Jémez se estrellaron una y otra vez.
A ello ayudó también la presencia de Elgezabal y Andy en el centro del campo y, sobre todo, la magnífica presión ejercida una vez más por los hombres rápidos del Burgos. Precisamente fue esa presión la que permitió a los hombres de Calero ir creciendo poco a poco, asfixiando la salida del balón y sacando de sus casillas a los hombres de Jémez, que por momentos mostraron una imagen demasiado brusca.
El partido continuaba sin dueño y se movía a trompicones, sin continuidad, pero a medida que avanzaban los minutos, el Burgos se hacía más fuerte. A falta de acercamientos u ocasiones claras, el cuadro blanquinegro se había hecho ya con el control del juego y, sobre todo, de las sensaciones. El Ibiza empezaba a recular ante la presión de Juanma y Valcarce, mientras Matos iniciaba su particular exhibición por la banda izquierda. Otro gran partido del lateral sevillano.
Y tanto va el cántaro a la fuente que se acaba rompiendo. En el 25, una sucesión de errores e imprecisiones de la defensa balear acababa con un balón bombeado por el propio Matos al corazón del área. Por allí aparecía Valcarce, que le ganaba la posición a Goldar y cedía hacia Juanma, que fusiló sin piedad a Germán para adelantar al Burgos en el primer lanzamiento entre los tres palos de todo el partido.
El tanto le sentó de fábula al Burgos, que a partir de se momento se hizo dueño del partido, anulando la capacidad creativa del Ibiza y cortando cualquier vía de agua. El cuadro balear no daba con la fórmula, ni en la disputa ni a balón parado, y poco a poco fue marchitándose.
A Jémez no le gustaba lo que estaba viendo y a la media hora movía el banquillo para dar entrada a Guerrero en sustitución de Manu Molina. Pero ni con esas. El Burgos seguía a lo suyo, controlando, contemporizando y arriesgando poco, pero transmitiendo en todo momento una sensación de seguridad absoluta en su juego.
Aquellos, de hecho, fueron los mejores minutos del equipo blanquinegro, que pudo abrir brecha en el electrónico merced a un disparo lejano de Alegría, que regresó al once titular, y un saque de esquina de Andy que se paseó por el área chica sin encontrar rematador.
El paso por vestuarios, no obstante, igualó la contienda. Cierto es que Álvaro pudo marcar el segundo para el Burgos a las primeras de cambio tras un jugadón compartido con Juanma y Alegría, pero el Ibiza tardó poco en empatar. Lo hizo en el 53 por medio de Cristian Herrera, que aprovechó un balón a la espalda para ganar metros, marcharse de Herrero y dibujar un disparo cruzado perfecto.
El cuadro balear había salido más enchufado y el partido entraba entonces en una dinámica muy diferente y mucho más tensa. El Ibiza estiraba el campo, comenzaba a apretar y al Burgos le empezaban a pesar las piernas. Y, tras varios acercamientos de peligro por parte de los hombres de Jémez, el partido terminaba de volverse loco. En el 65, Herrera se inventaba un zurriagazo desde 35 metros que se estrellaba en el larguero, tocaba la espalda de Herrero y enfilaba hasta la red. El Ibiza ya estaba celebrando la remontada cuando la revisión del VAR decía que no, que el balón no había entrado del todo.
Y en apenas un pestañeo, en la jugada siguiente, Valcarce se convertía una vez más en el más listo de la clase, controlaba un balón en el borde del área y forzaba la entrada de Goldar. El colegiado miraba al linier y señalaba los once metros, desde donde Guillermo, que acababa de entrar, no fallaba. El Burgos volvía a ponerse por delante.
Calero veía que a sus jugadores les comenzaba a faltar gasolina y decidía mover el banquillo, dando entrada a Mumo, Navarro, Alarcón y Ernesto. Jémez hacía lo propio y ordenaba a sus hombres estirar aún más el juego en busca de la remontada, aunque tuviera que arriesgar en exceso.
Y casi le sale bien la apuesta al técnico canario. Y es que, el cuadro balear fue el dueño absoluto del partido en los últimos minutos, en los que el Burgos se encomendó a un Alfonso Herrero salvador. Hasta tres paradones firmó el cancerbero ante Javi Lara y Davo por partida doble para sostener a su equipo. Cualquiera de aquellos tres disparo pudo haber acabado perfectamente en gol, pero la mano de Herrero se empeñó en que el balón no traspasase la línea.
Los nervios comenzaron a aflorar en los dos bandos y el partido acabó entrando en un escenario de total descontrol, con llegadas de unos y otros, mucha tensión y varios errores que casi causan un susto. No obstante, el Burgos aguantó el envite con solvencia y acabó certificando una nueva victoria en El Plantío. Otra más en una temporada en la que el objetivo prioritario ya está cumplido. Ahora, solo queda soñar.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.