La de hoy no es una jornada al uso en las oficinas de cualquier club de fútbol. Y es que, el último día de mercado de verano suele ser sinónimo de ajetreo y operaciones de última hora. También en el Burgos CF, que esta misma mañana confirmaba las salidas en forma de cesión de Saúl del Cerro y Ander Martín y que aún está pendiente de varias posibles incorporaciones y llegadas.
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Sin embargo, y a pesar de estar «atento» a lo que suceda a lo largo de la jornada, el entrenador del Burgos, Jon Pérez Bolo, ha querido poner distancia y centrarse en su parcela particular. «Tenemos un partido importante el domingo ante un grandísimo rival. Esperaremos las llamadas de la Dirección Deportiva para saber qué tal va el día, pero lo que haré en cuanto salga de la rueda de prensa» es volver a «preparar el partido» frente al Castellón, ha asegurado el técnico en la previa.
Y lo hará, además, centrando su atención en lo que tiene disponible, que no es todo el plantel. No en vano, a las últimas incorporaciones (Lisandro López, Ian Forns y Thomas Rodríguez) aún les falta rodaje. «Es pronto para que jueguen», ya que «no han completado ninguna sesión con el grupo», por lo que tendrán que esperar todavía para «poder competir y pelear por un puesto en el equipo», ha subrayado Bolo.
Tampoco estarán disponibles Ander Martín, Saúl del Cerro y Lucas Ricoy, que en las últimas jornadas han salido en calidad de cedidos a otros equipos. Sobre su marcha, Bolo ha sido claro: «Son jugadores del Burgos», pero «teníamos muchos jugadores en esos puestos y hemos optado por que vayan a otros equipos para que demuestren lo buenos que son. Vamos a estar atentísimos a todo lo que hagan y les esperamos con los brazos abiertos la temporada que viene».
Con todo, y a la espera de los últimos movimientos, ante los que Bolo se muestra «expectante», el técnico tiene el foco en el partido frente al Castellón, un equipo «muy trabajado» y «valiente», capaz de desplegar un juego atrevido «muy difícil de analizar».
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En este sentido, el entrenador vasco ha reconocido que no le gusta enfrentarse con los recién ascendidos en las primeras jornadas de la competición, ya que «vienen con mucha ilusión y con la inercia del ascenso», lo que les hace aún más peligrosos.
Eso sí, Bolo ha asegurado tener «muy claro» el planteamiento con el que saltará al césped su equipo. «El fútbol es impredecible», pero «tengo claro que tenemos que ser un Burgos reconocible. Tenemos que ser intensos, ganar duelos, ser fuertes en las dos áreas, tener una buena estrategia y cometer pocos errores», ha concluido.
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