Los antiguos propietarios del Burgos CF recuperan el control de las acciones

Según confirman fuentes internas consultadas por este periódico, la operación, de la que se venía hablando ya desde hace un tiempo, se ejecutó finalmente ayer al entender que estaba en juego la misma supervivencia del club, que arrastra numerosos impagos a jugadores, cuerpo técnico, trabajadores, proveedores y exjugadores.

La crisis viene de tiempo atrás. Ya a finales del año pasado, los antiguos máximos accionistas del club (Miguel Ángel Benavente, Nacho San Millán, Julián Alonso y Rodrigo Santidrián, acompañados del abogado David García Garrote y del empresario y expresidente del club Jesús Martínez Nogal) comenzaron a inyectar liquidez a la entidad para garantizar los pagos. A cambio, los Caselli acordaron la pignoración de las acciones en su poder. Así, si no se devolvía el dinero en un plazo concreto, los antiguos propietarios podrían recuperar el control de las acciones.

Dicho plazo finalizó ya semanas atrás, pero la situación terminó de explotar a finales de la semana pasada, cuando jugadores y cuerpo técnico emitieron un durísimo comunicado a través de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) en el que denunciaron las deudas que arrastra el club con ellos.

A la vista de la situación, y teniendo en cuenta que el equipo está a las puertas de jugarse el ascenso a Segunda División, los antiguos dirigentes del club, que en estos meses ya han inyectado una importante cantidad de dinero al club para que el balón pueda seguir rodando, decidieron dar el paso definitivo y recuperar le control de la sociedad.

Eso sí, nominalmente, el club continúa estando controlado por los Caselli, que además de mantener todavía el control de una parte minoritaria de las acciones, continúan siendo mayoría en el Consejo de Administración. Para cambiar esa situación sería necesrio celebrar una Junta de Accionistas, que ha de ser convocada con al menos un mes de antelación. Así, de momento, lo único que pueden hacer los ya nuevos propietarios es seguir inyectando liquidez para garantizar la estabilidad económica.

Y eso es precisamente lo que ha comenzado a hacer ya el grupo de empresarios burgaleses. En este sentido, fuentes consultadas confirman que ya se ha pagado la deuda que arrastraba el club con Hacienda y la Seguridad Social. Esta operación permitirá despejar la concesión del estadio municipal de El Plantío, cuyo trámite se ha ido retrasando durante los últimos meses y que no podía sustanciarse si el club mantenía deudas con la administración.

A partir de ahí, «lo prioritario» es pagar lo que se les debe a jugadores, cuerpo técnico y trabajadores del club, al menos una parte, para dotar al proyecto de la «estabilidad» necesaria en el momento clave de la temporada. Básicamente, quieren que la plantilla se centre exclusivamente en lo deportivo.

Luego, habrá que cubrir todas las deudas pendientes y analizar la situación con más calma para ver cómo actuar a medio y largo plazo para garantizar la viabilidad del club, ya sea con el grupo de empresarios burgaleses como propietarios o con otros actores.