Amargo final para el Burgos CF en El Molinón

Róber Pier y Otero firmaron una alianza que en los primeros minutos propuso acciones de peligro en el campo del Burgos CF, a ellos se unió la velocidad de Hassan, que buscaba una y otra vez la espalda de Matos.

El Sporting había salido mandón al césped y el Burgos CF no conseguía cortar el juego ofensivo de un equipo que buscaba una y otra vez las inmediaciones de Caro. Fruto de la facilidad con la que llegaba el Sporting al área burgalesa llegó la jugada del gol. Nacho Méndez llegó hasta la línea de fondo con el balón para poner un pase atrás que la defensa blanquinegra tuvo que despejar a córner. Cote fue el encargado de botar el esférico desde el saque de esquina en un centro milimetrado a la cabeza de Juan Otero que desde la frontal del área pequeña remató solo para enviarla dentro de la portería de Caro.

La defensa blanquinegra reclamó que Juan Otero había golpeado a Matos, que había quedado tendido en el suelo, en el inicio de la jugada, pero tras la revisión de la jugada en la pantalla del VAR el colegiado decretó que el gol subía al marcador. El gol espoleó a los de Bolo, que quisieron dar un paso al frente y hacerse con el esférico, hasta entonces de claro color rojiblanco. Tras intentarlo poniendo varios balones al área, la oportunidad más clara fue un disparo de Grego Sierra que se fue lejos de la portería de Yáñez.

El Sporting continuaba controlando el encuentro, sólido en defensa para no permitir ningún acercamiento del Burgos CF, tras el gol tampoco generó demasiadas ocasiones de peligro. Sin embargo, antes del descanso tendrían oportunidad de poner el 2-0. La manopla de Caro fue la encargada de desbaratar la ocasión. Gaspar pisó la línea de fondo para poner un pase de la muerte que esperaban Djuka y Hassan para rematar a placer.

La mano de Caro dejó el marcador como estaba y a pesar de los intentos de los blanquinegros el marcador no se movió antes de llegar al descanso. Tras la reanudación fueron de nuevo los locales los que salieron mandones. Los primeros minutos de esta segunda mitad parecían menos trepidantes, ambos equipos buscaban pisar campo contrario, pero sin demasiada fortuna. Hasta que en el minuto 59 llegó el primer córner a favor de los blanquinegros del partido. Hasta el saque de esquina fue Mumo para poner el esférico raso en corto al primer palo, donde Dani Ojeda la centra al corazón del área para que Curro de volea la cuele en las redes de Yáñez. Jugada de pizarra perfectamente ejecutada por los hombres de Jon Pérez Bolo.

Como pasara con el gol del Sporting, este gol en contra espoleó a los rojiblancos, que se volcaron sobre la meta de Caro. La tuvo Nacho Méndez con un tiro durísimo desde la frontal que se estrelló en el larguero y se marchó fuera por poco. Apenas un minuto después la oportunidad fue para Djuka, que recibió el balón al espacio y se plantó solo dentro del área para cruzar en exceso el balón en su lanzamiento.

El Burgos CF parecía sufrir en estos minutos. Atienza, que de nuevo se convirtió en providencial en las acciones defensivas, tuvo que bloquear un disparo de Hassan dentro del área, finalmente la acción fue anulada por falta en ataque.

Tras el carrusel de cambios por parte de ambos conjuntos en el verde dejaron de pasar cosas. Ninguno de los dos equipos quería perder el punto ganado, pero tampoco se resignaban a no intentar ganar el encuentro. Varane logró poner el 'uy' en la grada con un lanzamiento desde la frontal del área que se marchó rozando el larguero, y ya en los minutos de añadido Otero lo intentó con la izquierda en un lanzamiento que se fue al lateral de la red.

La respuesta llegó en las botas de Appin, que puso un centro que se envenenó y obligó a Rubén Yáñez a salir con los puños, pero no pudo lograr deshacer el empate a 1 que coronaba el marcador. El Burgos CF lo intentó y parecía que al menos se llevaría un punto de su visita al Molinón, pero en el último minuto de los 8 de añadido llegó el segundo de los locales como un jarro de agua fría.

Los rojiblancos salieron a la contra para poner el balón en la banda derecha en las botas de Dani Queipo, que recortó hacia dentro hasta pisar el área para disparar con su pierna izquierda. El balón, que tocó en Aitor Córdoba, acabó en la portería de José Antonio Caro sin que este pudiese hacer nada para evitarlo y sin tiempo para más.

El Burgos CF nadó para morir en la orilla de un partido en el que el Sporting llevó el peso del juego ofensivo y tendrá que esperar para poder sumar la primera victoria a domicilio de la temporada.